Éste ha sido el título de la tercera ponencia del ciclo de conferencias que está teniendo lugar durante esta semana en el Salón de Actos del Palacio Episcopal, con motivo de la XVI Semana de la Familia.
D. Antonio Prieto, rector del Seminario Diocesano San Pelagio y licenciado en Teología del Matrimonio y la Familia, además de Doctor en Teología Moral, ha sido el encargado de impartir la conferencia.
Durante su intervención, ha tratado de recalcar el mensaje del amor de Cristo que se manifiesta en los jóvenes enamorados y en las familias a través del magisterio de los dos últimos pontífices. De este modo, la pastoral familiar reflejada tanto en la figura de Juan Pablo II con una imagen muy cercana a los jóvenes y a los matrimonios, como con Benedicto XVI, considerado según Antonio Prieto, el Papa de la palabra, la verdad y la belleza, debe ampliar su perspectiva para enseñar el amor a los hombres mediante tres pilares: la espiritualidad unida a la santidad, la caridad y la comunidad.
D. Antonio Prieto ha animado a “superar el miedo y el desencanto” ya que el problema de la familia no es sino “la debilidad de las familias para seguir adelante”. Frente a este problema, ha señalado que “es necesario devolver a los jóvenes y a los matrimonios la figura de ser protagonistas de su propia historia”.
Por otro lado, respecto a la importancia de la pastoral familiar Prieto ha manifestado que los sacerdotes tienen la misión de “acompañar a los hombres para que vean el plan de Dios” en sus vidas ya que “no es bueno que el hombre esté solo”. Asimismo, entre las muchas palabras de Juan Pablo II y Benedicto XVI de las que se ha hecho eco en la conferencia, se podría destacar la célebre frase del “Papa de los jóvenes” sobre que “el futuro de la sociedad pasa a través de la familia”.
