La Iglesia la sostenemos entre todos

Carta Pastoral con motivo del Día de la Iglesia Diocesana, que celebramos este domingo.

¿Es rica la Iglesia? La Iglesia católica está implantada en nuestro suelo desde hace casi veinte siglos. No hay excavación arqueológica en la que no aparezcan señales cristianas, como seña de identidad de nuestra cultura cristiana. Y es que el Evangelio ha empapado la vida de millones de hombres y mujeres, dándoles una esperanza que nadie más puede darles, la esperanza de la vida eterna, que brota de Jesús muerto y resucitado. En este sentido, la Iglesia es muy rica, tiene mucho que dar al mundo, lleva en su seno el futuro de la humanidad, que es Cristo el Señor.

Pero la Iglesia ha realizado su misión y continúa realizándola con medios pobres. Con lo poco que recibe es mucho lo que hace, porque cuenta con miles de voluntarios dispuestos a gastar parte de su tiempo en favor de los demás, y porque hay miles de personas consagradas a Dios, sacerdotes, religiosos/as y seglares, que dedican su vida entera al servicio de los demás.

Para realizar su misión la Iglesia necesita medios materiales, necesita medios económicos, necesita tu ayuda. Va creciendo la conciencia de que la Iglesia la sostenemos entre todos, porque la Iglesia ya no es subvencionada por el Estado ni hay una partida presupuestaria para la misma. La Iglesia se sostiene con los donativos de sus fieles, con las suscripciones voluntarias de los feligreses, con la X en la Declaración de la Renta, que a ti no te cuesta nada y Hacienda destina parte de tus impuestos a la Iglesia Católica y a otros fines sociales.

Necesitamos tu ayuda para seguir anunciando el Evangelio, para construir templos nuevos, para restaurar los antiguos, para atender a tantos pobres y a tantas necesidades a las que hoy atiende la Iglesia, para estar cerca de los ancianos en las residencias, para impartir una buena educación a los niños, para alentar la esperanza en los jóvenes, para el sostenimiento de los sacerdotes, que con una pequeña nómina dedican su vida entera al servicio de Dios y de los hombres.

El día de la Iglesia diocesana es una ocasión para agradecer a Dios que nos haya llamado a su santa Iglesia, que vivamos en la diócesis de Córdoba, dotada de muchos fieles, de bastantes sacerdotes y seminaristas, enriquecida por tantos religiosos/as.

La Iglesia católica no es un parásito de nuestra sociedad, sino la principal bienhechora de la misma, gracias a la contribución de todos los fieles. Gracias, queridos diocesanos, por sentir la diócesis como vuestra, por sentiros miembros activos de la Iglesia. Que Dios os bendiga siempre.

Con el afecto de vuestro Obispo,

+ Demetrio Fernández
Obispo de Córdoba

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