¿Crees esto? (Jn 11,26)
Semana de oración por la Unidad de los Cristianos
Del 18 al 25 de enero nos detenemos todos los años a orar especialmente por la Unidad
de los Cristianos. El 25 de enero celebramos la fiesta de la conversión de san Pablo, y
esta fiesta convoca a los cristianos del mundo entero a una oración común, que va
precedida por una semana de oración. Este año, con el lema “¿Crees esto?”, la pregunta
que Jesús dirige a Marta en el contexto de la muerte y resurrección de su hermano
Lázaro. “Tu hermano resucitará…Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí,
aunque muera vivirá; y ninguno de los que viven y tienen fe en mí morirá para siempre.
¿Crees esto?”.
Estamos en el Año jubilar 2025 aniversario del nacimiento de Jesucristo. Año de gracia,
año de perdón y misericordia por parte de Dios, año de solidaridad cristiana para
devolver generosamente a cada uno lo suyo, y especialmente a los pobres, para que
recobren su dignidad. Bajo el lema Peregrinos de esperanza, el Papa Francisco nos
convoca a celebrar la esperanza que brota del Corazón de Cristo.
Y en este año 2025 celebramos también el 1.700 aniversario del Concilio de Nicea
(325), el gran Concilio Ecuménico, en el que participaron 318 Padres, sobre todo
orientales, presididos todos por el que entonces era obispo de Córdoba, el obispo Osio
de Córdoba (257-359). Es el Concilio referencia para toda la historia posterior de la
Iglesia, especialmente para los 7 concilios ecuménicos de la Iglesia indivisa en el primer
milenio. En este Concilio de Nicea y en los posteriores coincidimos todos los cristianos,
profesando la misma fe en la Trinidad –Padre, Hijo y Espíritu Santo- y en Jesucristo, la
segunda persona de Dios que se hace hombre completo, naciendo de María virgen, por
nosotros los hombres y por nuestra salvación.
La presidencia del concilio de Nicea por parte del obispo de Córdoba no es una
casualidad. Tiene unas razones históricas, y nos hace entender que esta figura –Osio de
Córdoba- es históricamente la persona más destacada de Córdoba a lo largo de los
siglos. Ojalá podamos verle pronto incluido en el calendario litúrgico como santo.
Estamos trabajando en ello y hay buenas perspectivas. Y con motivo de este centenario
del Concilio de Nicea, tendremos una Exposición en la Mezquita-Catedral para los
meses de abril-julio y un Congreso para el mes de junio de este año, con el título
“Símbolo: la fe de Nicea”.
El lema “¿Crees esto?” une la fe en Jesucristo resucitado y la esperanza de nuestra
propia resurrección. Y en esa fe común podemos rezar juntos todos los cristianos en
espera de la deseada unión de todos para participar en una misma Eucaristía.
La división de los cristianos es un drama del que somos más conscientes en nuestro
tiempo. Ello nos permite dar pasos en camino hacia la unidad plena. “Que todos sean
uno, como tú Padre en mí y yo en ti, para que el mundo crea” (Jn 17,20) es la oración de
Jesús, que en estos días resuena especialmente. El concilio Vaticano II ha supuesto un
gran avance en este camino hacia la unidad, favorecido también por la globalización en
todos los sentidos. Pero hace falta más oración, más signos de comunión y de
acercamiento. Es necesario que el mundo, que se aleja de Dios, perciba la unidad de los
cristianos como un signo de que Jesucristo es el enviado del Padre. Oremos y
trabajemos en ello.
Recibid mi afecto y mi bendición:
+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba