Consejo Diocesano de Pastoral

Carta semanal del Obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández.

Hacia mitad del curso pastoral, por estos días, venimos celebrando la reunión anual del Consejo Diocesano de Pastoral. En esta ocasión, el 15 de febrero.

¿Qué es el Consejo Diocesano de Pastoral (CDP)? Es un organismo que reúne a representantes de toda la diócesis, sacerdotes, consagrados y sobre todo laicos, para tomar el pulso a la situación pastoral de la diócesis y ofrecer consejo al Obispo para la mejor marcha de la vida diocesana. El CDP es un órgano de comunión y participación. Expresa la naturaleza de la Iglesia, en la que todos somos miembros de este Cuerpo orgánico, de este Pueblo de Dios. Todos por tanto corresponsables de la misión de la Iglesia: llevar el Evangelio al hombre de hoy. Todos partícipes de esa responsabilidad, cada uno según la vocación a la que ha sido llamado en el seno de la Iglesia.

«Sobre todo laicos», dicen sus estatutos. Los cristianos fieles laicos representan la inmensa mayoría de los miembros del Pueblo de Dios, y tienen un puesto muy importante en la misión de la Iglesia. La nueva evangelización se hará con los laicos, o no se hará. Alguien ha llamado al laicado en la Iglesia como el gigante dormido, porque representa una fuerza potentísima que hay que despertar cada vez más, una fuerza que está por desplegarse en todo su vigor. A lo largo de todo el siglo XX ha habido un despertar progresivo de los fieles laicos, que han ido despertando, primero en las filas de la Acción Católica y posteriormente en tantos grupos de origen laical: Cursillos de Cristiandad, Opus Dei, Camino Neocatecumenal, Focolares, Comunión y Liberación, Renovación carismática, movimientos familiaristas, etc. Además del inmenso laicado apiñado en torno a los diferentes carismas en la Iglesia: congregaciones marianas de ámbito jesuita, familia vicenciana, familia salesiana, carmelita y teresiana, franciscana, trinitaria, escolapia, marista, lasaliana, etc. etc. Y una legión inmensa constituida por los cofrades, pertenecientes en distinto grado al gran número de cofradías en toda la diócesis.

Los laicos son legión. Cuando hago la Visita pastoral me encuentro en todas las parroquias con un grupo numerosos de seglares que trabajan voluntariamente en favor de la parroquia: en catequesis, en Cáritas, en atención a los pobres y a los enfermos, en el cuidado del templo o en otros distintos servicios. A nivel arciprestal, de vicaría y de toda la diócesis es preciso articularlos de manera orgánica para el mutuo conocimiento, que lleve a la estima recíproca y a la mutua complementariedad, y para afrontar todos unidos la inmensa tarea de la nueva evangelización, tan urgente en nuestros días. Es tarea especialmente del obispo en su territorio, en su diócesis, que todos los fieles laicos confluyan en esa misión evangelizadora, con toda la riqueza de carismas que cada grupo representa, y que constituyen un don del Espíritu para la época presente. Es lo que pretende el Consejo Diocesano de Laicos, que va dando sus pasos, incorporando seglares de todo el territorio y de los distintos carismas. No se trata de rivalidad, ni menos aún de suprimir o ignorar a unos en beneficio de otros. Se trata de conocerse para estima mutua y para potenciar la eficiencia de la acción que cada uno realiza. El obispo, por otra parte, es el principal garante de todos esos carismas, que al vivirlos en la comunión eclesial, adquieren todo su valor para el servicio orgánico del Pueblo de Dios. Se trata en definitiva de potenciar la eclesialidad de todos estos cristianos laicos, paras que vivan su vocación y su misión como Iglesia en el mundo.

Los temas que tratará esta sesión del CDP son en primer lugar el tema de la familia, objeto de estudio en los dos próximos Sínodos de los Obispos. La familia en la nueva evangelización es lugar de vivencia, de encuentro, y al mismo tiempo de misión. El evangelio de Jesucristo y la experiencia milenaria de la Iglesia tienen mucho que decir en el campo de la familia, sometida hoy a profundas transformaciones. La familia responde a un proyecto originario de Dios, con el que a menudo se quiere cortar. Toda persona, sea cual sea su situación, es llamada a vivir en la Iglesia como familia, donde se sienta acogida por la misericordia de Dios precisamente porque somos pecadores, a quienes Dios ofrece su misericordia. Pero no podemos inventarnos al hombre ni inventarnos la familia. Qué es la familia, cómo vive hoy su propia identidad, qué dificultades encuentra. Cómo preparar a los jóvenes para esta vocación, educándolos en el afecto y en el amor verdaderos. En la familia se juega su futuro la Iglesia y la sociedad de nuevo tiempo.

Otros temas serán abordados, como la difusión de los consejos parroquiales de pastoral y los consejos de asuntos económicos a nivel parroquial, la visita ad limina que el obispo en nombre de toda la diócesis hará en las próximas semanas visitando al papa Francisco, como expresión visible de la comunión eclesial con quien nos preside en el nombre del Señor. Y otras aportaciones que los miembros del consejo pueden hacer libremente para la mejor marcha de la diócesis en todos sus aspectos.

Oramos por esa interesante e importante reunión del Consejo Diocesano de Pastoral. Que nos ayude a todos, sacerdotes, religiosos y seglares a vivir con pasión nuestra vocación común de discípulos misioneros para la edificación de la Iglesia, según la vocación específica que cada uno ha recibido.

Recibid mi afecto y mi bendición:

+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba

Contenido relacionado

“Yo soy del buen Pastor”

“Yo soy del buen Pastor” Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones Jornada...

Enlaces de interés