Año “Familia Amoris laetitia”

Carta del obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández
“El anuncio cristiano relativo a la familia es verdaderamente una buena noticia”

El 19 de marzo 2021 se cumplen cinco años de la publicación de la exhortación apostólica post-sinodal “Amoris laetitia” sobre el amor en la familia. Un documento magisterial, fruto de los dos Sínodos anteriores sobre la familia: el Sínodo extraordinario de 2014 y el Sínodo ordinario de 2015. Con este motivo, el Papa Francisco ha señalado como Año “Familia Amoris laetitia” el presente año, que nos prepara al Encuentro Mundial de las Familias en Roma ( junio 2022).

La familia es el camino más importante de la Iglesia, decía san Juan Pablo II en la Carta a las familias durante el Año de la Familia 1994. Y en esa misma línea repite Amoris laetitia que el bien de la familia es decisivo para el futuro del mundo y de la Iglesia (n. 31). Con este documento, el Magisterio de la Iglesia se inserta en la gran tradición de enseñanzas de la Iglesia, sobre todo a partir del concilio Vaticano II, seguido del rico magisterio de san Juan Pablo II, y mirando a nuestros días y al futuro de la sociedad y de la Iglesia. “El anuncio cristiano relativo a la familia es verdaderamente una buena noticia”, reza el lema de este año “Familia Amoris laetitia”, que comienza el día de san José 2021.

Es momento de volver a leer con calma esta exhortación apostólica, como Magisterio ordinario de la Iglesia, sin polarizarnos en las distintas interpretaciones, algunas contrarias entre sí. El cuerpo doctrinal del documento nos ofrece abundantes pautas para la reflexión y la aplicación pastoral a nuestros días, y todo documento magisterial debe ser leído en el surco de la rica tradición de la Iglesia, que en este campo y durante el último siglo tiene abundantes aportaciones. Quiere el Papa Francisco que este Año de la familia nos prepare al X Encuentro Mundial de las Familias en Roma con el Papa el 26 de junio de 2022.

Nuestra Delegación diocesana de Familia y Vida se ha puesto en marcha para impulsar los objetivos que la Iglesia nos señala en este Año “Familia Amoris laetitia”. Lo ha presentado en el Consejo Diocesano de Pastoral, y destaco entre todas esas iniciativas la “Peregrinación de las reliquias de san Juan Pablo II a las familias. Abrid las puertas a Cristo”, que puede solicitarse desde cada parroquia. Juan Pablo II, el “Papa de la familia”, como le ha titulado Francisco, estará muy presente en todo este Año de la Familia, porque su doctrina sigue aportando grandes luces, sobre todo en la “Teología del cuerpo” y en la aplicación de la encíclica Humanae vitae de Pablo VI.

Este año largo fija como 12 propuestas, a concretar en cada diócesis y parroquia: 1) la preparación al matrimonio con nuevos itinerarios catecumenales (AL 205-222); 2) que los matrimonios caigan en la cuenta de la riqueza del sacramento nupcial, a través de acompañamiento, retiros, ejercicios, etc. (AL 58ss y 223-230); 3) encuentros con los padres sobre la educación de sus hijos (AL 172ss y 259-290); 4) reflexión sobre la belleza y las dificultades de la vida familiar (AL 32ss y 89ss); 5) acompañar a parejas en crisis para reforzar (AL 232ss); 6) insertar a las familias en las instituciones de Iglesia, preparar agentes, sacerdotes, seminaristas; y valorar iglesia doméstica (AL 86-88, 200-202); 7) promover la vocación misionera (AL 201, 230 y 324); 8) desarrollar una pastoral de las personas mayores (AL 191-193); 9) involucrar a la pastoral juvenil en este año, con puntos que interesan: familias, matrimonio, castidad, ecología, pobres. Incluir a los niños; 10) Preparar el Encuentro Mundial de las Familias en Roma (junio 2022); 11) iniciativas de acompañamiento a familias heridas (AL 50, 241ss, 291ss); 12) grupos de lectura y profundización en Amoris laetitia (AL 199ss).

Un amplio programa que abarca todos los sectores de pastoral. La familia no es el problema, la familia es la solución. En el proyecto de Dios, la familia constituida por el varón y la mujer, de donde brota la vida, sigue siendo una buena noticia para el mundo de hoy. Vale la pena apoyarla y difundir sus beneficios. Oramos por los frutos de este año.

Recibid mi afecto y mi bendición:

+ Demetrio Fernández

Obispo de Córdoba

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