El Papa Francisco: “El papel de la mujer en la Iglesia no es feminismo, ¡es derecho! Es un derecho de bautizada con los carismas y los dones que el Espíritu ha dado”.
En la diócesis de Córdoba muchas mujeres desarrollan su faceta profesional al servicio de la Iglesia. Con el denominador común de reconocer el privilegio de esta tarea, las mujeres han ido incorporando a su gestión el conocimiento de una formación continua. María, Ana, María José o Curra son algunas de las mujeres implicadas en la difusión de la cultura y la educación que parte de nuestra Iglesia, esa porción del pueblo de Dios que es la diócesis de Córdoba.
María Eugenia Sánchez está al frente de la librería diocesana del obispado de Córdoba. Para ella esta ocupación es “una auténtica gracia” porque supone ayudar a personas a encontrar “ese libro para ese corazón”. Para ella, significa “trabajar en algo que me gusta y me llena profundamente, que a la vez me ayuda a formarme y a ser medio para que la gente conozca a Dios… ¿Qué más se puede pedir?”
Ana Roldán es la Delegada Diocesana de Educación y en su trayectoria ha comprobado que trabajar en la diócesis representa una riqueza en todos los sentidos porque le permite “sentirme unida a toda la Iglesia universal”. Por su condición de consagrada participa intensamente en la construcción diaria de nuestra iglesia local y eso le hace “sentirme al servicio de nuestro Señor”.
Como directora del museo diocesano, María José Muñoz, asegura que a la Iglesia le debe “todo lo que soy, es un privilegio trabajar a su servicio, porque es trabajar en mejorar mi entorno”. Mientras que Curra Giovanetti como responsable de secretaría y administración en el seminario conciliar “San Pelagio”, mantiene que “trabajar para la Iglesia y en concreto en mi caso en el Corazón de la Diócesis, en un constante dar gracias a Dios por el regalo inmerecido”.