Jesús Ángel Doblas Pérez, José Gregorio Martínez Osorio, Ignacio Mora Vilaltella, Ladislav Proks, Rafael Romero Ochando y Carlos Sanz Hernández han sido los nuevos ordenados presbíteros durante la Eucaristía que ha tenido lugar hoy en la Santa Iglesia Catedral.
Miles de fieles han acompañado hoy, día 30 de junio, a los nuevos presbíteros durante la ceremonia de ordenación sacerdotal que ha presidido Mons. Demetrio Fernández en la Santa Iglesia Catedral y que ha estado concelebrada por numerosos sacerdotes de la Diócesis.
Este día, la Iglesia de Córdoba ha celebrado uno de los momentos más gozosos de la vida de la Diócesis: la ordenación de seis nuevos pastores. Durante la homilía, el Sr. Obispo comenzó manifestando a los nuevos presbíteros: «Es Dios el que os llama libremente y sois vosotros los que respondéis libremente». Tras estas palabras, D. Demetrio Fernández continuó explicando que «la vocación no es un sentimiento ni algo pasajero, sino que supone todo un camino de discernimiento y preparación». Y añadió que «Dios ha ido diciendo a cada uno: Tú sígueme, no temas que yo estaré contigo».
Asimismo, el prelado ha explicado que Dios llama a estos nuevos sacerdotes «para participar del sacerdocio de Cristo en cuanto cabeza de su Iglesia. Él os ha elegido a cada uno para la participación en su ser de la Iglesia».
Tras subrayar que es una inmensa alegría para la Iglesia ver crecer el número de colaboradores al ministerio sacerdotal, el pastor de la Diócesis ha indicado que «el Sacramento del Orden es siempre una prolongación de la sucesión apostólica, por tanto, estamos tocando el misterio más grande de la Iglesia». También, ha recordado a los ordenados: «A partir de hoy, sois de Cristo. El ser sacerdote lleva consigo consagrar toda la vida al Señor, la obediencia en la Iglesia expresada al Obispo y al Papa, así como despojarse de todo porque vuestra riqueza es el Señor».
Finalmente, les ha instado a vivir el sacerdocio con alegría, afirmándoles: «Sois los presbíteros de la Nueva Evangelización». Además, ha pedido por las nuevas vocaciones y ha animado a los jóvenes a no tener miedo si sienten la llamada del Señor, porque aquí está la Iglesia para acompañarlos.
Posteriormente, los nuevos sacerdotes formularon las promesas de colaborar con el Sr. Obispo, predicar la Palabra, celebrar piadosamente la Eucaristía, orar perseveradamente y unirse cada día más a Cristo.
