Dentro de la jornada dedicada a la Eucaristía el jueves, 21 de septiembre, en la parroquia San Juan Bautista
La jornada del jueves, 21 de septiembre, ha estado dedicada a la eucaristía y de la meditación “Dios en salida” se ha encargado la misionera Maribel Hens en la parroquia San Juan Bautista. Maribel ha asegurado que ella vive la eucaristía “como un encuentro con aquel que me ama con locura, que nunca se cansa de esperarme, que tiene una paciencia infinita conmigo, que quiere que tenga una vida plena cogida de su mano, que es el amigo que nunca me falla y sobretodo que dio su vida por mí”. La labor testimonial de los misioneros está centrando las tardes de la Misión y están profundizando en temas tan llamativos como el sentido de la vida, el pecado o Jesucristo. Para Maribel la Misión es “llevar el amor de Dios a mis hermanos, a mis ambientes y así anunciarles que Cristo vive y está entre nosotros”.
Hens ha destacado el papel fundamental que juega la Virgen María en su preparación para celebrar la eucaristía porque reconoce que en ocasiones “me he despistado y me da muchísima pena”. De camino a la Iglesia, Maribel va rezando el Santo Rosario y “Ella va preparando mi alma y mi corazón para el encuentro con su hijo”. Para ella la actitud con la que vamos a misa es “muy importante” así como “ir en las condiciones necesarias para vivirla plenamente”, refiriéndose a la confesión.
Cuando acudimos a la eucaristía “sin ganas, desmotivados o por rutina” corremos el riesgo de “no reconocer a Cristo” y supondrá que el encuentro con Él “sea más difícil”, ha resaltado Maribel. No obstante, a pesar de las circunstancias en las que acudamos a la eucaristía, “contemplo y me da mucha paz, a Jesús mirándonos con un infinito amor” para acercarse poco a poco hasta alcanzarnos.
El Señor nos llama cada día a vivir juntos la eucaristía, ha recordado Hens en su alocución, y a través de las lecturas va dando “el sentido necesario para aplicar en nuestro día a día” el mensaje que “hará que nuestro corazón vaya transformándose poco a poco y podamos cumplir su mandato de ir al mundo entero para proclamar el Evangelio”. Para Maribel la eucaristía es “el centro de mi vida, el complejo vitamínico que fortalece las defensas de mi alma”. La misionera recomienda no dejar nunca de celebrarla porque “merece la pena recibir el abrazo de aquel que nos ama hasta el extremo”.
Ha terminado su testimonio reconociendo que la eucaristía la impulsa a “salir de mí, de mis rutinas y comodidades y me hace ver que el mundo necesita testigos del amor de Dios”, un amor que “recibo cada vez que comulgo” y que “me da la capacidad para amar como Él me ama”.
La entrada Maribel Hens ofrece el testimonio “Dios en salida” apareció primero en Diócesis de Córdoba. Ver este artículo en la web de la diócesis