Más de 700 jóvenes participaron el pasado fin de semana en la peregrinación diocesana a Guadalupe, que alcanza ya su décimo octava edición y que llevó por lema «Vamos al lío…».
El viernes 25, muy de mañana, tuvo lugar la celebración de la eucaristía en la Catedral presidida por el Obispo, don Demetrio Fernández. Ante los centenares de peregrinos, el Obispo alabó «el gran signo visible que supone el que una gran muchedumbre de jóvenes se ponga en camino para peregrinar».
Al concluir la misa de envío, en la Rivera cordobesa esperaban los autobuses que llevaron a los jóvenes hasta la localidad toledana de Puerto de San Vicente. Allí sobre las 15:00 h. se iniciaba el camino a pie hacia Alía, ya en la provincia de Cáceres. Durante la etapa los jóvenes recibieron una primera catequesis basada en el mensaje del Papa durante la JMJ de Río. Al llegar a Alía, en la parroquia rezaron vísperas y tuvieron un rato de adoración al Santísimo.
Asimismo, el sábado 26, tras rezar laudes y asistir a una segunda catequesis, comenzaron su andadura hacia Guadalupe. Durante el camino celebraron la eucaristía, de nuevo presidida por el Obispo, que los acompañó esa jornada. Llegaron al Santuario a la tarde. En ese momento los jóvenes tuvieron la oportunidad de saludar a la Virgen. Ya el domingo, tuvieron la Misa a los pies de Nuestra Señora de Guadalupe, presidida por el Delegado de Juventud, Antonio Gama. La fiesta final, antes de la partida, contó con testimonios de varios jóvenes y actuaciones.
REALMENTE DIOCESANA
Guadalupe se ha convertido en uno de esos eventos que reúne toda la comunidad diocesana. Los jóvenes provenientes de todos los lugares de la Diócesis, de diversos carismas y movimientos o ligados a familias religiosas; pero igualmente pasa con el grupo de voluntarios de la Delegación y con los sacerdotes que acompañan año tras años a estos peregrinos.