Monseñor Jesús Fernández ha visitado la parroquia Ntra. Sra. de la Fuensanta para conocer a la patrona de Córdoba
El párroco de Ntra. Sra. de la Fuensanta, Ignacio Sierra, ha recibido al obispo de Córdoba, monseñor Jesús Fernández, a las puertas del Santuario de la patrona de la ciudad. El pastor de la Diócesis ha tenido la oportunidad de conocer de cerca la realidad de la parroquia, ha celebrado la eucaristía y ha disfrutado de un encuentro íntimo con la Patrona en su camarín. “Bienvenido a casa, a la casa de Mamá, que es donde se está bien” ha expresado cariñosamente el párroco al Obispo en su primera visita al Santuario de la patrona de la ciudad.
En su homilía monseñor Jesús Fernández ha querido destacar tres actitudes de la Virgen María, que valen a todos porque son propias de personas dignas y auténticos cristianos. La primera actitud es la “confianza”, que la vemos en María y también en José, que confiaba en María, no la entendía pero no la culpaba, porque él confiaba en Dios. La confianza de María en Dios la lleva a estar atenta a la misión a la que la llama Dios. Esa confianza debe ser básica en nuestra vida, hay que confiar en Dios porque no nos falla nunca, ha resaltado. Dios es “el arnés que nos sostiene en el andamio de la vida para que nos mantengamos en pie”. El prelado ha pedido a los fieles que, a imitación de María, confíen en Dios. Ojalá tengamos esa confianza en Dios y que redunde en la confianza en las personas, porque la sociedad no funciona sin confianza.
La segunda actitud que ha destacado monseñor Jesús Fernández ha sido la “disponibilidad”. María era una niña cuando recibió el anuncio del ángel, pero, como ha destacado el Obispo, para escuchar el anuncio hay que ser mujer orante, hacer silencio interior y parar el reloj. En aquel momento no era tan difícil pero ahora nos cuesta muchísimo. María paraba el reloj y se sentaba a orar y a hablar a Dios, estaba disponible para lo que Él quisiera. Cuando acepta el plan divino, acepta un reto muy grande, porque era soltera y podía ser apedreada. En su confianza se demuestra la disponibilidad para la voluntad de Dios. Estamos llamados a tener esa disponibilidad ante el Señor con nuestra vida y a tener a María como modelo, ha pedido el pastor de la Diócesis.
Por último, ha resaltado monseñor Jesús Fernández el “espíritu de servicio”. En el Magníficat María se muestra como mujer pobre al lado de lo sencillo y humilde y ofrece su vida a favor de la humanidad. María es mujer atenta al necesitado y disponible para aquel que necesita ayuda. Este espíritu de servicio es muy necesario hoy porque planteamos la vida y nuestro como un medio para sobrevivir. Tenemos que entender nuestra tarea como una forma de crecer personalmente y de servicio a la sociedad, y a tener espíritu de servicio a Dios, porque es vocación, y a los demás, porque somos sus hermanos, ha terminado el Obispo.
Feligreses de distintas realidades de la parroquia esperaban a su salida a monseñor Jesús Fernández, quien se ha sentido muy arropado por los fieles. El Obispo tendrá la oportunidad de volver al Santuario el próximo 8 de septiembre, solemnidad de la Fuensanta, para vivir una jornada especial en la que cada año miles de devotos de la patrona de Córdoba abarrotan el Santuario y los alrededores para visitar a la Virgen.
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