Hablamos hoy en el Espejo de la Iglesia de enfermedad mental, lo hacemos a cuenta del inicio de prácticas laborales en el obispado de Córdoba de personas con este tipo de enfermedad, porque en contra de lo que una parte de la sociedad cree, un número importante de estas personas quieren y pueden trabajar. Sin embargo, la inmensa mayoría de quienes presentan este tipo de problemas, no logran emplearse o pierden su puesto de trabajo como consecuencia, por un lado, de su enfermedad pero también por el estigma social.