Los delegados diocesanos de Familia y Vida, miembros del COF y de distintas asociaciones pro-vida se congregaron en la S.I.C para participar de la Eucaristía.
En el día previo a la celebración litúrgica del misterio de la Encarnación del Señor, los fieles de la Diócesis de Córdoba se reunieron en el templo mayor de la Diócesis para festejar la Jornada por la Vida con una Eucaristía presidida por el Obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández y concelebrada por el Cabildo Catedral.
En la homilía, el Sr. Obispo ha recordado que en el V domingo de Cuaresma, cercano ya a la Pasión del Señor «la cruz de Cristo se nos presenta como la máxima revelación del amor de Dios a los hombres».
Asimismo, con motivo de la Jornada por la Vida que este año tiene como lema «Ama la vida, toda la vida», se ha dirigido a todos los que trabajan en esta defensa de la vida en la Diócesis de Córdoba, entre ellos los delegados diocesanos de Familia y Vida, los distintos miembros de los Centros de Orientación Familiar de la diócesis (COF) y de los movimientos pro-vida, y les ha agradecido su labor. En este sentido, ha manifestado que la Iglesia es la principal promotora de la vida porque «Dios es amigo de la vida y a través de su hijo Jesucristo nos ha dado la vida eterna».
También ha animado a defender la vida humana frente a las amenazas que encontramos en la actualidad, como son: la promoción del aborto y de una mentalidad anticonceptiva así como la banalidad de la sexualidad; todo ello forma parte del «negocio de la muerte». «La vida humana es un don precioso de Dios en todas sus fases, también en la última etapa cuando se apagan las luces de la mente, entonces debe ser amada» ha continuado.
Finalmente, ha pedido a la Virgen María que proteja a todas las madres que están en trance de traer un nuevo ser y que acompañe a todos los que están en su etapa final de la vida.
