Así ha comenzado el Sr. Obispo hoy, 14 de octubre, la celebración de la Misa de Acción de Gracias en la Catedral con motivo del nombramiento de San Juan de Ávila como Doctor de la Iglesia.
Más de dos mil fieles han acudido esta mañana a la Santa Iglesia Catedral para celebrar el nombramiento de un cura de la Diócesis de Córdoba, San Juan de Ávila, como Doctor de la Iglesia Universal, un título que hasta el pasado domingo, sólo tenían 33 santos.
Una procesión con el relicario del Maestro Ávila desde la parroquia de San José y Espíritu Santo hasta la Catedral ha sido el preludio de la solemne celebración Eucarística con la que la Diócesis de Córdoba ha querido dar gracias a Dios por este reconocimiento al que es «Apóstol de Andalucía». En el cortejo, presidido por Mons. Demetrio Fernández, han participado más de un centenar de miembros de las cofradías de la Diócesis de Córdoba junto con sus respectivos estandartes, así como todos los seminaristas y numerosos sacerdotes. Al llegar al Arco del Triunfo, el relicario se ha detenido y tras escuchar la marcha real, los fieles han entonado el himno de San Juan de Ávila «Apóstol de Andalucía».
Seguidamente, pasadas las 11. 15 horas, ha cruzado el Patio de los Naranjos en dirección al Altar Mayor de la Catedral, donde se encontraba presidiendo la imagen de San Juan de Ávila de Marco-Augusto Dueñas. Junto a ella, se ha situado el relicario y han comenzado a llegar todos los fieles, ocupando sus asientos para celebrar la Misa de Acción de Gracias por el nuevo Doctor de la Iglesia Universal.
En la Eucaristía han concelebrado un numeroso grupo de sacerdotes y ha contado con la intervención del Coro del Seminario «San Pelagio».
En la homilía, Mons. Demetrio Fernández ha recordado la vida del Santo Maestro, que nació en Almodóvar del Campo y murió en Montilla, donde pasó la mayor parte de su vida. El prelado cordobés ha destacado varios aspectos de este santo, pero sobre todo, ha resaltado que «Juan de Ávila vivió la alegría de dar todo, renunciando a todos los lujos o condiciones favorables que disponía». «El seguimiento a Cristo exige una radicalidad, es decir, dejarlo todo por Él, y esto lo siguió San Juan de Ávila, que renunció a todo porque sólo le importaba Jesucristo», ha afirmado.
Citando otros asuntos, D. Demetrio Fernández ha explicado que «estamos ya en el Año de la Fe, un año para profundizar y acercarnos más a Cristo». En este sentido, ha recordado que San Juan de Ávila es modelo de la Nueva Evangelización y debe ser modelo para la formación de los sacerdotes. Ha concluido pidiendo que en este año jubilar, inaugurado el pasado día 12 en Montilla, «Dios nos conceda muchos y santos sacerdotes, bien preparados y desprendidos de todo para la Diócesis de Córdoba».