Ayer, domingo 22 de enero, la Iglesia celebró el Domingo de la Unidad. Con este motivo, el Delegado diocesano de Ecumenismo y para el diálogo interreligioso, Manuel González Muñana, presidió la Eucaristía en la Catedral.
Numerosos fieles asistieron ayer a la Santa Iglesia Catedral para participar en la Eucaristía dominical celebrada por el día de la Unidad de los Cristianos.
La celebración estuvo presidida por el Delegado diocesano de Ecumenismo, Manuel González Muñana, quien en la homilía explicó el sentido de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos y manifestó que “no podemos anunciar el Evangelio si plenamente no estamos unidos”. Asimismo, resaltó que “probablemente, la Unidad de los Cristianos sea el problema más grande que tiene la Iglesia”.
A continuación, hizo alusión al lema de este año afirmando que “hemos de encarnar en nosotros esa victoria contra el mal que Jesucristo obtuvo”. “Esto lo conseguiremos con una unidad y una conversión”, aseguró.
De otro lado, indicó que es necesaria una actividad ecuménica para la que hace falta: “sentirnos pecadores, arrepentirnos y pedir perdón a Dios, aspirar a la Santidad y orar”. Concluyendo, Manuel González subrayó que “la Unidad vendrá en el mismo día en que los cristianos aspiremos a la Santidad”.