La demanda de estas actividades en época estival para que los niños puedan compartir unos días de convivencia y de oración, se ha visto incrementada de forma notable con respecto a años anteriores. De ahí que la diócesis de Córdoba haya puesto en marcha una amplia oferta de campamentos, escuelas de verano, convivencias familiares y experiencias juveniles para hacer de estos días un verano especial en el que los jóvenes están siendo los protagonistas
Talleres, dinámicas, catequesis, piscina, fiestas temáticas y diversas celebraciones están desarrollándose estos días de la mano de las parroquias de la Diócesis, quienes los meses de julio y agosto han puesto en marcha multitud de campamentos y Escuelas de verano donde los jóvenes están teniendo la oportunidad de compartir sus vacaciones, su amistad y su fe. Una demanda que se ha visto incrementada respecto al año anterior, cuando muchos de estos campamentos fueron cancelados debido a la situación de crisis sanitaria producida por la pandemia.
Manuel Maestre, como director de la Escuela Diocesana de Ocio y Tiempo Libre “Gaudium”, recuerda la importancia de seguir trabajando por cada una de las familias de la Diócesis, en especial, por los niños y jóvenes. “Nosotros esperábamos con mucha ilusión los grupos de campamentos y hemos pedido oración para que estos campamentos sigan teniendo la misma intensidad y, sobre todo, sigan transmitiendo la alegría de ser cristianos”, asegura.
La Escuela Diocesana de Ocio y Tiempo Libre “Gaudium” ha sido la encargada de organizar gran parte de los campamentos que están teniendo lugar en el Albergue Diocesano “Cristo Rey” de Villanueva de Córdoba. Allí, en el mes de julio y agosto la alegría de los jóvenes envuelve las instalaciones, en esta ocasión adaptadas a las medidas implantadas por las autoridades, donde no sólo están compartiendo jornadas de diversión y convivencia, sino además momentos de oración y de celebración en torno a la eucaristía.
Para Ángel, uno de los jóvenes que han estado de campamentos en Villanueva de Córdoba, la experiencia que ha vivido ha sido muy positiva y todo “gracias al Señor”. Recuerda con especial cariño los momentos del Adoremus, “donde pudimos acercarnos más al Señor y pedirle por las personas que más necesitan.
Y es que al igual que Ángel, cientos de chicos y chicas están viviendo unos días muy especiales acompañados por los monitores de “Gaudium”, sus párrocos y otros sacerdotes que se han sumado estos días para ofrecerle momentos de encuentro con el Señor.
Albergue Cristo Rey
La parroquia de San Sebastián de Espiel fue la primera en llevar a cabo sus campamentos, del 25 al 30 de junio, con casi medio centenar de jóvenes a los que el Obispo visitó y compartió con ellos una jornada de convivencia. También, la parroquia de la Inmaculada Concepción de Benamejí estuvo en el Albergue del 30 de junio al 5 de julio; la de Santa Marina de Aguas Santas de Villafranca, del 5 al 10 de julio; Nuestra Señora de la Anunciación de Belmez, del 10 al 15 de julio; Nuestra Señora de la Esperanza de Córdoba, del 18 al 22 de julio; o la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Priego de Córdoba, que permanecerá del 22 al 25, y la de Santa María la Mayor de Baena, del 25 al 30.
Ya en el mes de agosto, serán otras parroquias las que desarrollen sus campamentos en el Albergue. Por un lado, la parroquia Inmaculada Concepción de la Carlota, del 30 al 4 de agosto; la Santísima Trinidad y María Inmaculada de Priego de Córdoba, del 4 al 9; y Nuestra Señora de la Asunción de Cabra, del 9 al 14, entre otras.
A pesar de que los campamentos de verano este año están muy restringidos y han supuesto llevar a cabo un protocolo muy restrictivo y adaptado a cualquier nivel en el que nos encontramos, Manuel Maestre asegura que están siendo gratificantes y que se están desarrollando con normalidad. “Hemos tenido que realizar un protocolo definido, una reducción de las plazas, incluso un test de antígenos para comenzar de una manera más segura y no permitir visitas de ningún tipo en el campamento”, explica.
Casa de Cristo Rey en Torrox
Otro de los campamentos más esperados por los jóvenes es el de Acción Católica General. Un campamento que lleva catorce años celebrándose y al que cada año llegan más inscripciones de chicos que desean vivir estos días en compañía de sus amigos y de otros jóvenes con los que poder compartir sus inquietudes.
La joven Natalia Berrios recuerda que el campamento “es siempre un encuentro fuerte con Dios, que nos hace preguntarnos muchas cosas y nos da un mensaje del Señor”. Además, tras un año difícil por la situación sanitaria, Natalia asegura que esta vez lo han vivido con más ilusión que nunca y con la esperanza de volver pronto.
Aunque Acción Católica General ha llevado a cabo estos campamentos en lugares como El Rocío, ahora es la Casa de Convivencias “Cristo Rey” de Cáritas en Torrox donde se celebran con una amplia variedad de actividades; juegos, playa, catequesis, eucaristía, etc. “Toda una aventura”, como afirmaba el Obispo cuando enviaba a los jóvenes de la Acción Católica General a sus XIV Campamentos de Verano. “Han sido más de cien niños y jóvenes los que han podido disfrutar de unos días de convivencia, juegos y actividades desde la alegría de saberse queridos por Dios y enviados a la misión. A través de los distintos momentos de oración y catequesis y desde la celebración de los sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía, los días de campamento nos han hecho reflexionar sobre quiénes somos cada uno de nosotros para el Señor y cómo debemos corresponder a ese amor que se nos manifiesta”, indica Salvador Ruiz, director de ACG.
La tanda de niños tuvo el privilegio de contar como “cura” del campamento con el Obispo, monseñor Demetrio Fernández, mientras que los jóvenes fueron acompañados por el presbítero recién ordenado, José Antonio Valls, que vivía así sus primeros campamentos como cura.
“Una treintena de monitores-acompañantes prepararon con todo cariño cada taller, juego o velada, para que estos niños y jóvenes descubrieran, en un clima de alegría contagiosa, que cada uno de nosotros somos el sueño de Dios”, expresa Salvador.
Carolina Chamorro, otra joven que ha estado en Torrox, asegura que este campamento le ha ayudado muchísimo a acercarse a Dios y que “la convivencia con los monitores nos ha ayudado a resolver muchas dudas sobre preguntas que nos hace el señor”.
Como novedad este año, los grupos se han dividido en dos. Por un lado, sesenta chicos de entre 3º de Primaria a 1º de la ESO estuvieron en la primera tanda celebrada del 5 al 8 de julio; mientras que del 9 al 12 de julio, lo hicieron los jóvenes de 2º a 4º de ESO.
“Este año lo hemos acogido con una gran ilusión debido a que el año pasado no hubo y estamos deseando repetir”, repite Carolina.
Junto a ambos grupos estuvo el Obispo, con los más pequeños en Torrox y con los mayores presidiendo la misa de envío en la parroquia de Nuestra Señora de la Paz (San Basilio). Monseñor Demetrio Fernández recordó en su homilía que “la Iglesia es joven”, como se puede palpar en estos campamentos e insistió en la importancia del crecimiento personal de cada uno. “Los campamentos son días muy bonitos, días para vivir una aventura comunitaria, conocer a más amigos y crecer en el acercamiento a Jesucristo”, manifestó. En este sentido, el prelado quiso resaltar que en Córdoba los jóvenes se mueven, “la Iglesia está viva y os acompaña siempre”; de ahí que su deseo a los presentes fuera que vivieran intensamente el campamento y asuman cada día más su compromiso cristiano.
Escuelas de verano
Tanto en julio como en el mes de agosto, están en marcha las Escuelas de verano en las parroquias de Villanueva de Córdoba, Villafranca, Aldea Quintana, Benamejí, Belmez, el Carmen de Lucena, Espiel, La Trinidad de Priego, Santa María la Mayor de Baena, La Carlota, San Vicente Ferrer y La Esperanza de Córdoba.
Estas escuelas son una ayuda para muchas familias que por motivos laborales o personales, necesitan que sus hijos permanezcan en activo. De ahí que no sólo las parroquias ofrezcan la posibilidad de acoger a los chicos y chicas, sino también algunos de los colegios de la Fundación Santos Mártires y la Delegación de Juventud.
Los monitores intentan ayudar a los chicos a desarrollar diversas habilidades a través de talleres, clases particulares, momentos de juegos, de diversión, incluso piscina, como en el caso de la parroquia de Cañero.
En definitiva, un sinfín de actividades, talleres y catequesis siguiendo las medidas higiénico sanitarias para lograr que los chicos disfruten de estos días de verano.
Campamentos urbanos
Aunque ya se vienen haciendo desde hace años, en la diócesis de Córdoba también se están desarrollando multitud de campamentos urbanos en distintas localidades como Villaviciosa de Córdoba, donde del 12 al 18 de julio ha estado la parroquia Nuestra Señora de la Consolación; y Hornachuelos, donde la parroquia Cristo Rey de Córdoba ha celebrado su “campamento suf”.
La parroquia de Santa Luisa de Marillac ha conseguido que casi un centenar de niños, jóvenes y adolescentes del Polígono Guadalquivir y Sector Sur disfrutaran de esta experiencia formativa y de promoción durante el mes de julio. Más de cincuenta monitores se han formado para poner en pie este proyecto que cada año ayuda a que el verano de estos vecinos sea especial.
Está previsto que las actividades se lleven a cabo por las mañanas, hasta el 24 de julio, y algunas por la tarde. Asimismo, del 27 de julio al 1 de agosto, estarán en el centro de ocio y tiempo libre “Cristo Rey” de Torrox.
Durante el campamento los niños harán actividades lúdicas, juegos de agua, participarán en el cuidado del medio ambiente con la limpieza de las calles del barrio, visitarán el zoológico y el jardín botánico y tendrán noches de cine.
Todo esto ha sido posible gracias a los donativos que ha recibido la parroquia para sufragar los gastos de cada participante, tanto en su estancia en Córdoba, como en Torrox. Han colaborado otras parroquias, hermandades, ayuntamientos y principalmente particulares que, con su aportación han hecho posible que la ilusión vuelva otro verano más a la parroquia Santa Luisa de Marillac. Como destacaba recientemente el párroco, Miguel David Pozo, estos días de convivencia de verano «son una cita importante y necesaria para los chicos que conforman esta zona de la ciudad».
Convivencia de familias
Asimismo, en el mes de julio, concretamente del 16 al 18, la parroquia de la Inmaculada Concepción de La Carlota, ha celebrado una convivencia de familias que ahora, del 26 al 29 de agosto, también vivirá la Delegación de Familia y Vida. “Van a ser días de oración, de diversión, de convivencia mutua entre familias que compartimos unos mismos valores, ya que hoy este apoyo entre familias cristianas es más necesario que nunca para reafirmarnos en los valores que cada uno vivimos en casa y para que nuestros hijos vean que estos valores son compartidos por muchas otras familias en nuestra comunidad”, explican los delegados de Familia y Vida, Pilar Gálvez y Darío Reina.
Experiencia juvenil
Sin duda, son días intensos los que se están viviendo en la diócesis de Córdoba, cargados de experiencias de fe, de diversión y de experiencias juveniles como las que han preparado algunas parroquias como la de Santa María la Mayor de Baena, la Inmaculada Concepción de Benamejí, Cristo Rey de Villanueva de Córdoba, Santa Marina de Aguas Santas de Villafranca, la Asunción de Cabra, el Carmen de Lucena, la Inmaculada Concepción de la Carlota, la Fundación Santos Mártires, el Grupo Scout “La Salle” o la Delegación de Juventud.
Experiencias juveniles que se han desarrollado también de la mano de “Gaudium” enfocadas a los más jóvenes y en las que, según el director de la Escuela de Ocio y Tiempo Libre, “lo que se hace es un servicio a la comunidad”, en el centro interparroquial de San José de Baena.
Con todo este elenco de actividades, la diócesis de Córdoba da muestra de una Iglesia joven, activa y viva gracias a la multitud de jóvenes que han vivido y vivirán los campamentos de verano.
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