Fallecen dos sacerdotes de la Diócesis de Córdoba

Diócesis de Córdoba
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La diócesis de Córdoba comprende la provincia de Córdoba, en la comunidad autónoma de Andalucía y es sufragánea de la archidiócesis de Sevilla.

D. Juan León Berná

El sacerdote, Juan León Berná  falleció el día 1 de enero de 2012, habiendo recibido los Santos Sacramentos y la Bendición de Su Santidad.

Nació el 20 de julio de 1929 en Alcolea de Córdoba y fue ordenado el 29 de junio de 1952. En la Diócesis de Córdoba desempeñó distintos cargos pastorales como: Coadjutor de Sta. Bárbara de 1952 a 1955, Ecónomo de Cristo Rey y Ntra. Sra. el Valle de Córdoba hasta 1963, Consiliario Diocesano de Aspirantes de A.C. desde 1956 a 1960 y Consiliario Diocesano de los Jóvenes de A.C. hasta 1963.

Asimismo, a partir de 1963 fue nombrado Encargado de El Salvador y Sto. Domingo de Silos en Córdoba y más tarde, Ecónomo de Cristo Rey y Ntra. Sra del Valle. Ya en 1993 sirvió como Párroco de Ntra. Sra de La Purificación en Sta. María de Trassierra y finalmente, como Párroco de S. Andrés Apóstol en Córdoba, Consiliario de la Cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno, Mª Stma. Nazarena y San Bartolomé de Córdoba, Párroco Emérito de San Andrés Apóstol en Córdoba, y Capellán de las «Filipenses Hijas de María Dolorosa».

D. Cristóbal Gómez Garrido  

La proclamación de Doctor de la Iglesia a San Juan de Ávila, nos llenó de profunda alegría e inmenso gozo, así como el júbilo que todos los católicos cordobeses sentimos, cuando el Papa Benedicto XVI, nos hizo vibrar a todos con dicha declaración en las Jornadas Mundiales de la Juventud, celebradas en Madrid del 16 al 21 de Agosto. La Eucaristía celebrada el día 20 de Agosto, por el sucesor de Pedro, acompañado por el episcopado español y miles de seminaristas de todo el mundo, fueron testigos de dicha declaración papal. Todo ello transcurrió en la Santa Iglesia Catedral de Santa María la Real de la Almudena.

Estos días, los cristianos celebramos la fiesta de la Navidad, es decir, el misterio del Verbo Humanado, la Encarnación del Hijo de Dios, que el Santo Maestro explica en sus escritos con las palabras de San Pablo a los cristianos de Corinto: Bien sabéis, hermanos, la gracia que nos hizo nuestro Señor Jesucristo, que, siendo Él rico, se hizo pobre por nos, para que, con la pobreza, fuésemos nosotros ricos» (Audi Filia, 132 rev. 133).

San Juan de Ávila no es sólo Maestro de Santos, sino también el Patrono del clero secular español. Para nosotros los sacerdotes diocesanos es uno de los nuestros. Él vivió los últimos años de su vida entre nosotros, en la quietud y el silencio de una humilde y sencilla casa de la calle de la Paz, en la ciudad Montilla.

Esta casa otrora de los Marqueses de Priego, es hoy propiedad de la diócesis de Córdoba. Durante muchos años, Don Cristóbal Gómez Garrido, natural de Montilla y sacerdote benemérito cuidó, conservó y realizó múltiples trabajos y tareas en dicha casa, guardando como montillano de pro, la memoria de uno de los servidores más ilustres y ecuánimes de la Santa Madre Iglesia. ¡Cuántas horas pasó Don Cristóbal en dicha casa! Sólo Dios y él mismo lo saben. Cuantas fatigas, cuántas veces enseñó la casa, a quienes lo solicitaban, cuanta paciencia, cuanto amor, cuánta disponibilidad tuvo para dicho menester.

Ahora que está  enfermo quisiera recordar cómo el mismo Don Cristóbal con mucha apremio, por parte de los Padres de la Compañía de Jesús, le encomendaron un proyecto para guardar la urna de plata que contiene los restos de San Juan de Ávila, en otra arca mayor, con motivo de la canonización de nuestro Santo, allá por el año de 1970. Como siempre, disponible y solícito como fiel discípulo del Santo Maestro, realizó un plano en tamaño natural. Un proyecto cincelado con amor y esmero, pues bien sabía Don Cristóbal de qué se trataba.

La realización de dicho proyecto debía concluirse con premura, un mes de plazo le otorgaron los Padres Jesuitas a Don Cristóbal. Él con la compañía de Don Lorenzo López Cubero, viajó hasta Córdoba, para encargar dicho diseño a un artista que lo realizase. Después de muchas consultas fallidas, tuvo a bien ejecutar dicha obra, Don Rafael Valverde Luján, profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Córdoba, junto a un grupo de sus acendrados discípulos, quienes con su maestro como director, concluyeron felizmente dicha obra.

Lo cierto es que un día del año 1986, Don Antonio Giménez Fernández de la Compañía de Jesús, publicó un libro acerca del Sepulcro y el Cuerpo de San Juan de Ávila, con el Imprimi potest del Padre Matías García Gómez Provincial de la Compañía de Jesús, de la Provincia Bética. La página 131 de dicha obra recoge lo que hemos indicado más arriba: «Hay que hacer un camarín suficientemente grande para la nueva urna de madera dorada y tallada que se proyecta. Hace el diseño el P. Cristóbal Gómez y la ejecución corre a cargo de D. Rafael Valverde Luján, Profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Córdoba, cuyos alumnos colaborarán también en la talla de sus adornos».

Gracias Don Cristóbal por tu amor y tu generosidad, tu ministerio y tu vida sacerdotal. Dios te bendiga siempre.

Antonio Llamas Vela
Profesor de Ciencias Bíblicas
 

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