Las familias de Lucena tienen una oportunidad con David Cercas de participar en dinámicas para fortalecer la relación
El tiempo en familia vale oro. Hacer de nuestra vida familiar, con sus dificultades y desafíos, una posibilidad diaria de donación y crecimiento está en nuestras manos. Para eso, el 15 de febrero las familias de Lucena tienen una oportunidad de participar en dinámicas para fortalecer la relación en una actividad organizada por la parroquia de Nuestra Señora del Carmen. Se trata de un “Training Familiar” que ofrece un método fácil para obtener desde casa los recursos necesarios y superar con éxito los retos que plantea la educación de los hijos y la relación entre los esposos. Todo un proceso de capacitación que tiene un guía formado y experimentado: David Cercas.
David Cercas es profesor de Matemáticas y Economía en un colegio de Málaga y conferenciante, asesor familiar y asesor matrimonial. Está casado, tiene cuatro hijas, imparte seminarios para fortalecer el vínculo y atiende a matrimonios en formato online para llegar a todos los hogares en un horario flexible. Se le puede conocer más en www.davidsercas.com
¿Cuál es el programa de este training familiar que se ofrece el 15 de febrero?
Llevo varios años impartiéndolo en varias instituciones educativas que lo solicitan. Es un seminario de cuatro horas, con parte teórica y práctica. Intento que en ese tiempo que están conmigo los matrimonios trabajen mucho sobre cómo está la relación. Trabajamos el autoconocimiento de cada uno y del matrimonio. Aplicamos muchas dinámicas prácticas que permiten la reflexión, eso implica escribir y compartir, porque muchos problemas son de comunicación: hay que aprender a expresar algunas quejas que tenemos dentro sin ir al otro. Necesitamos procurar entender quién es el otro, un ser sexuado, persona mujer, persona hombre. En cuatro horas, la actividad es muy dinámica y, por supuesto, está garantizada la confidencialidad. La pareja trabaja por sí misma, pero procuramos que después vayan muy fortalecidos y vuelvan a casa sabiendo cómo están y con un plan de acción concreto.
¿Por qué comenzaste esta aventura, David?
Y bueno, desde hace muchos años me interesó el tema de aprender a querer a alguien especial, que es mi esposa. Quise profundizar más en el matrimonio. Creo que es una relación para siempre y para mí es un privilegio que alguien te diga en este mundo “sí, quiero” estar contigo en un futuro siempre incierto, pero no porque vaya a ser malo, sino porque hay que crearlo, porque hay que construirlo.
Ayudar a los demás es ayudarse a uno mismo. Escucho a muchos a muchos matrimonios con la valentía de la sinceridad, en un ambiente 100% confidencial, pues me di cuenta de que la miseria es muy parecida entre los hombres y las mujeres, el espíritu de dominio, la soberbia, el que, a veces, queremos ganar al otro, vencer al otro. Leyendo mucho, estudiando mucho, a varios autores me animé a ayudar a más personas y dar charlas, formación, conferencias y lo que haga falta para ayudar.
¿Cuándo un matrimonio entiende, reconoce que necesita ayuda?
El amor tiene muchas fases. Hay una fase de enamoramiento que es muy rico, muy divertido, apasionante. Otra fase del amor puede ser el amor tranquilo, cuando pasan los años y no sucede nada importante. Pero puede aparecer un sentimiento de que algo no funciona en mi matrimonio, que algo pasa en nuestro vínculo que requiere nuevas etapas para tener una relación de calidad; aparece la desilusión, aparece el aburrimiento, la apatía, el cansancio… son etapas de crisis que necesariamente han de pasar todos los matrimonios, y que son etapas de crecimiento. Aparece también en situaciones donde hay enfermedad, de dificultad económica… puede aparecer en el ser humano la sensación de que no me siento querido ni admirado por el otro, de que el otro no cuenta conmigo. Todas esas situaciones se van enquistados y no son situaciones que se puedan resolver de un mes a otro y piden ayuda, como cualquier circunstancia en la que nos encontremos que no podemos resolver. Pedir ayuda a un tercero es como encontrar un espejo que nos puede ayudar desde fuera y que vea con honestidad qué nos pasa y qué podemos hacer mejor.
¿Cuáles crees que son las claves para que un matrimonio funcione?
Hay seis premisas rápidas. La primera para mí es el respeto. Creo que es la clave del éxito de cualquier relación humana. Partimos de que para quererte primero tengo que entender quién eres, comprender quién eres, y eso pasa por el respeto a tu modo de ser a tu modo de pensar, a tu modo de ver tus heridas emocionales. El segundo es la comunicación. Hablamos de un entorno en el que somos personas sexuales y, por tanto, tenemos una configuración psicológica, nuestra psique nos configura y nos hace manifestarnos de una manera diferente y que aprender a comunicarse entre personas sexuales. También hay que valorar la admiración, tenemos que, de vez en cuando, pararnos y reconocer cómo ha mejorado mi vida desde que estoy cerca de los muchos dones, cualidades y talentos de la otra persona. Tenemos que estas estar abiertos a la admiración y el agradecimiento. No hay que olvidar el humor. Es decir, sea, entre dos personas que se quieren o quieren quererse, creo que tienen que aprender a disfrutar entre ellos, saber divertirse entre ellos, saber sufrir conjuntamente, no podemos estar en orillas opuestas, tenemos que ser personas que entiendan el mundo más o menos con el mismo equilibrio emocional. Otra clave creo que es el deseo y eso hay que fraguarlo, hay que trabajarlo y darnos cuenta de que el otro es un ser humano que necesita que lo pase bien con nosotros. Y sobre todo, la entrega, que es la parte más evolutiva. Ese “decido quererte”, me impone la tarea de quererte, porque quiero, porque te amo y porque a pesar de lo que sienta en cada circunstancia, en cada minuto, en cada momento, decido quererte y ese es mi compromiso.
¿Cuáles son las principales amenazas hoy para la familia?
El hombre, desde que nace, es un ser indigente, necesitamos de los demás, somos seres cronológicos, sujetos al tiempo, a la evolución. Tenemos que crecer, forma parte de nuestra historia y el crecimiento, no solo físico, sino también espiritual interior. Todos tenemos crisis personales que llevamos al matrimonio, con la lucha que eso conlleva. Para mí la familia es la escuela, donde uno afronta con cierta alegría, cualquier dificultad con amor, generosidad, sacrificio y sinceridad. Pero no todo el mundo lo ve así. A veces se imponen ciertos modelos de familia y se prioriza libertad individual como si fuera el bien supremo, cuando yo creo que la libertad siendo un gran bien puede estar al servicio del amor. Y en una familia se aprende que la libertad se entrega. Porque el amor es lo que alimenta un poco la libertad y hace que aumente mi felicidad. No valorar a la familia genera los valores y pensamientos que luego van a ir a desarrollar luego la sociedad, que tiene el individualismo influido por la zona norte europea, que no tiene en cuenta que lo más importante es el amor, el sentirse querido el sentirme amados, y eso hace que podamos trabajar bien, podamos llevarnos bien con el jefe y con el subordinado y ante una crisis, sepamos resolverla.
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