La celebración coincidió con el arranque de la feria de la ciudad, como marca la tradición.
La misa el honor a la Virgen de la Salud tuvo lugar el pasado sábado, 25 de mayo, tras el alumbrado de la Feria de Córdoba. Una tradición que tuvo lugar en la pequeña ermita del cementerio de la Salud organizada por la Asociación de Caballeros y Damas de Nuestra Señora de la Salud y presidida por el Vicario General de la Diócesis, Antonio Prieto.
Tanto el interior como el exterior se inundó de fieles para participar en la celebración ante la imagen de la Virgen que fue elogiada por el Vicario, quien en su homilía recordó además el vínculo de esta Virgen con la feria, la cual lleva su nombre. “Tenemos devoción a nuestra Madre, la Virgen de la Salud, y a Ella le pedimos que la feria transcurra con alegría, en familia y en paz y en gozo”.
Asimismo, en la ceremonia un bebé recibió la medalla de la Virgen de la Salud de la Asociación de Caballeros y Damas de Nuestra Señora de la Salud, un motivo de alegría, según Antonio Prieto, porque “se acrecienta nuestra familia”.