Esta semana, «Al trasluz» hace alusión al Día de la Caridad recomendando buenas intenciones para vivir este día
La solemnidad del Corpus Christi, una fiesta tardía en la historia de la Iglesia, que no surge hasta el año 1264, en tiempos del papa Urbano IV, pero que nos trae en su esencia más viva, todo “un vendaval de amor” que brota de la Eucaristía, “manantial de agua viva que salta hasta la vida eterna”, nos ofrece también el Día de la Caridad. Con qué fuerza han resonado las palabras del papa León XIV, en la misa de inicio de su pontificado: “Hermanos, hermanas, ¡esta es la hora del amor! La caridad de Dios, que nos hace hermanos entre nosotros, es el corazón del Evangelio”.
Los obispos de la Subcomisión para la Acción Caritativa y Social, de la que también forma parte nuestro obispo, don Jesús, nos ha propuesto en su Mensaje con motivo del Día de la Caridad, algunos caminos para peregrinar en este tiempo y para no quedarnos en la geografía de las buenas intenciones.
1. Orar por los demás y con los demás. Buscar silencio para orar y contemplar la presencia del Resucitado, en medio de nosotros.
2. Unir, como decían los Santos Padres, el sacramento del altar (la Eucaristía), con el sacramento del hermano necesitado.
3. Compartir algunos testimonios y algunos compromisos, contando cómo Dios ha entrado en nuestras vidas.
4. Promover espacios de reconciliación, comprendiendo las heridas de los otros.
5. Escuchar sin juzgar, con simpatía, con los sentidos puestos en la otra persona.
¡Qué “procesión de paisajes” junto a la del Corpus por nuestras calles!
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