En el XIV aniversario del fallecimiento de su fundador, Mons. Luigi Giussani.
El pasado martes, 26 de febrero, en la parroquia de Nuestra Señora de la Aurora, el Obispo se reunió con los miembros de Comunión y Liberación. Un encuentro enmarcado en el XIV aniversario del fallecimiento del fundador de este carisma cristiano, Mons. Luigi Giussani.
En este encuentro algunas de las personas que pertenecen a Comunión y Liberación dieron su testimonio y posteriormente, Mons. Demetrio Fernández presidió la santa misa en la que se dio gracias a Dios por la entrega del fundador.
Para conocer a Mons. Luigi Giussani
Pero, ¿quién es este hombre? “Don Giussani creció en una casa -como dijo él mismo- pobre en pan, pero rica en música. Así, desde el inicio, se sintió tocado, más aún, herido por el deseo de la belleza; no se contentaba con una belleza cualquiera, con una belleza trivial. Buscaba la Belleza misma, la Belleza infinita. Así encontró a Cristo, y en Cristo la verdadera belleza, el camino de la vida, la auténtica alegría”, nos decía el entonces Cardenal Ratzinger en su funeral.
Este deseo de belleza, de plenitud, despertó en un pequeño grupo de jóvenes cordobeses a principios de los ochenta las ganas de vivir nuestro cristianismo sin dejar nada fuera. D. Guissani nos enseñó que Cristo presente aquí y ahora, tenía que ver con todo en la vida, es más, que el cristianismo era lo que más correspondía a nuestra propia humanidad, era el modo de ser verdaderamente hombres. Era una propuesta de plenitud, de una vida grande y bella.
35 años después, todos los que con el tiempo hemos sido tocados por este carisma, podemos decir que esta promesa se ha cumplido, se cumple cada día. No hay circunstancia que pueda impedir vivir así. D. Giussani nos despertó el gusto por la belleza y nos hizo encontrar a Cristo, “Belleza infinita”.
Rafael Saco
Comunión y Liberación