El Obispo de Córdoba deja en el libro de honor de la Basílica de San Juan de Ávila el testimonio de su gratitud a Dios
En sus bodas de oro sacerdotales, el obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, ha dejado con una dedicatoria manuscrita en el libro de honor de la Basílica de San Juan de Ávila plasmada su gratitud a Dios al cumplirse cincuenta años de su ordenación episcopal. El Obispo ha dejado escrito en la fiesta de San Juan de Ávila «mi gratitud a Dios por lo bien que me ha tratado, por haberme confiado este ministerio para traer a Jesús cada día y repartirlo a todos los hombres».
En la dedicatoria, continúa su agradecimiento por «haberme hecho capaz de repartir la misericordia y el perdón de Dios a miles y miles de personas» a lo largo de cincuenta años de sacerdocio y sobre todo «por el amor de Cristo Esposo, que no me ha faltado nunca, ni en los peores momentos».
Además, monseñor Demetrio Fernández, pide perdón «por no haber estado a la altura de gracia tan grande en muchos momentos» y expresa su confianza en Dios dejando escrito que «a su misericordia me acojo confiado».
Termina el escrito dirigiéndose a la Virgen y dando las gracias a «mi Madre del cielo, María Santísima, Ella mejor que nadie conoce y alienta mis mejores sentimientos. Sin ella no hubiera podido nada. Gracias, Madre».
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