La Catedral acogió la celebración de una misa pontifical para conmemorar la solemnidad de la natividad del Señor. La santa misa estuvo presidida por el Obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández y contó con la actuación del Coro del Seminario Conciliar San Pelagio.
Después de la celebración de la Noche Buena, “hoy brilla el sol con más intensidad para hacernos entender un poco más este misterio” ha comenzado el Obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández, su homilía en la misa pontifical de la solemnidad de la natividad del Señor, en la Catedral.
En este sentido, el pastor de la Diócesis ha afirmado que “siempre es nuevo volver a celebrar la Navidad. Volver a celebrar el nacimiento de Jesucristo siempre es una novedad que nos asombra y que nos llena de ilusión y de entusiasmo porque el que ha nacido es Dios y viene para hacernos a nosotros partícipes de su naturaleza divina”. Éste es el fruto de la Navidad ha indicado: “divinizarnos, hacernos más parecidos a Él”.
Asimismo, el prelado ha explicado la disposición con la que tenemos que acercarnos a esta fiesta del nacimiento de Cristo: “Hemos de acercarnos con un corazón de niños sólo desde esa perspectiva podremos entender lo que aquí se contiene. Si nos acercamos con nuestros prejuicios, nuestras ideologías, nuestras dudas o nuestras o nuestras dificultades no entenderemos nada”.
A continuación proclamaba: “¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz!” dice el profeta al pueblo de Israel en la primera lectura para hacerse eco de la alegría que produce el anuncio del nacimiento del salvador y aplicándolo a nuestras vidas afirmaba Mons. Demetrio Fernández: “Esto aplicado a nuestras vidas, tantas veces abatidas por el pecado, por la tristeza, por el contratiempo o los planes frustrados viene a decirnos que Dios sigue amándote, Dios te quiere, nunca ha dejado de quererte, aunque algunas veces tú no lo hayas sentido no lo hayas percibido tan cerca”.
Finalmente ha deseado que la Navidad sea para nosotros “esa cercanía de Dios que nos hace recuperar la alegría perdida, la esperanza Y el sentido de la vida personal”.
