Los fieles de Picota se unen en oración y le preparan un resumen de lo que ha sido su paso por la misión diocesana
El sacerdote Antonio Reyes Guerrero prepara ya su vuelta a Córdoba, tras cuatro años en la misión diocesana de Picota, en Perú, donde se ha entregado en cuerpo y alma a los fieles y necesitados de Dios.
En reiteradas ocasiones, Antonio ha mostrado la alegría de poder servir a esta porción del pueblo de Dios, que a pesar de vivir con verdaderas necesidades, agradecen siempre la presencia de un sacerdote que los acompañe y los ayude en su día a día.
Tras cuatro años en Picota, ahora toca regresar a la diócesis de Córdoba y despedirse de los que han sido su familia todo este tiempo. Precisamente estos fieles, han querido unirse a la celebración de la misa de despedida la pasada semana en la parroquia del Perpetuo Socorro, donde no quisieron dejar pasar la oportunidad de darle las gracias por todo lo que les ha entregado. Incluso, para mostrarle este agradecimiento, le proporcionaron un vídeo de su paso por la misión: https://www.facebook.com/100001846925038/videos/1184056845959223.
Igualmente, los seminaristas quisieron despedirlo con cantos y una jornada de convivencia (véase en el siguiente enlace: https://www.facebook.com/100001846925038/videos/306889895711052).
Una vez que Antonio regrese a Córdoba será sustituido por el sacerdote Borja Redondo, actual director espiritual adjunto del Seminario Conciliar “San Pelagio”.
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