Dios, lo primero

Diócesis de Córdoba
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La diócesis de Córdoba comprende la provincia de Córdoba, en la comunidad autónoma de Andalucía y es sufragánea de la archidiócesis de Sevilla.

Edu Fijo ha dejado mucha vida a su paso. Todo en ella ha sido servicio, oración, entrega, amor. Testigo de Cristo, confiada y segura en la plenitud de una familia compuesta por Ella, Carlos y la “tropa”.

Edu y Carlos

Edu vivió sintiéndose amada por el Padre y amando al Hijo. Ella representa la claridad de una fe vivida en la certeza de dejar todo en manos de Dios, para Él fue su vida. En esa confianza plena resolvió su incansable acción cristiana, al servicio de la Iglesia de Córdoba. En la familia y el matrimonio canalizó su afán misionero. Tras su partida nos acercamos a su vida a través de su marido, Carlos, en una incursión que agita y sorprende.

Edu Fijo ha dejado mucha vida a su paso. Todo en ella ha sido servicio, oración, entrega, amor. Testigo de Cristo, confiada y segura en la plenitud de una familia compuesta por Ella, Carlos y la “tropa”: ocho hijos que han recibido un modelo inquebrantable de fe. A final de agosto Edu ha muerto dejando el legado apasionante de una vida espiritual que merece ser compartida. Su esposo es ahora depositario de esa experiencia de Cristo que ha modelado su familia entre Silos y Córdoba. Esta es la historia de una mujer enamorada de Cristo que confía su vida al Señor para convertirla en esperanza y encuentro.

Carlos y Edu se enamoraron siendo muy jóvenes, compartieron aulas y clases de conservatorio. La música se enrocó pronto en sus vidas y entre los estudios de ingeniería de Carlos y los de medicina de Edu, fueron componiendo el futuro de una unión segura. En esa época se dedicaron a buscar juntos “nuestro sitio en la Iglesia” y aterrizaron en la Parroquia de San Nicolás. D. Antonio Evans fue el primero en conocer la vocación misionera de Edu a la que Carlos acompañaba con una complicidad rotunda y decidida porque para Carlos “mi única misión en la vida ha sido hacer posible la suya: posibilitarle todos sus anhelos y ayudarla a realizar todo lo que el Señor le pedía y ella me contaba”.

Cuando Carlos y Edu contraen matrimonio, la distancia entre Granada y Sevilla no representa ningún problema para ella, que como médico residente en Granada, se reúne cada día en Sevilla con su marido atravesando una autovía en construcción cada día. Un año más tarde, la llegada del primer hijo se convierte en esa “misión” que la llama a dedicarse a la familia, una ofrenda a Dios que siempre estaba dispuesta a explicar como un despojamiento continuo. En una ocasión escribió que “poquito a poco Él nos va enseñando a renunciar a todo, las cosas que más seguridad nos daban, que más nos gustaban, que nos hacían sentir mejor delante de los demás…nos lo va pidiendo a la par que nos dice: “¿Me amas?”.

Foto familiar del matrimonio con algunos de sus hijos y el prior del Monasterio de Santo Domingo de Silos

Para Edu, todo cuanto le rodea explica el amor de Dios y su relación de amistad interminable con Él. Dejó escrito que “el Señor se vale de lo débil y pequeño para conseguir lo que quiere”. Todos los días, su despertador sonaba muy temprano. Sólo así podía darle, a su Padre, el tiempo necesario para estar con Él, para conocerlo, para sentirse querida. Y tener también el tiempo necesario para hablar de Amor con el Hijo. En ella todo parte de su enamoramiento de Cristo por eso SIEMPRE dijo que necesita arrancar cada mañana desde Él, volviendo a ESE PRIMER AMOR que lo iluminó todo en su vida.Al conocer su enfermedad, quiso compartirla con sus hijos y a la par que sus vidas cotidianas no se vieran alteradas. Todo se integró en la vida familiar desde la oración y el compartir. Su legado de Amor a Cristo ha refundido a esta familia cristiana. En esta entrevista, su marido Carlos nos acerca a la profundidad de la fe compartida durante toda una vida.

Edu y tú os enamorasteis muy pronto…cómo fueron los inicios

Edu y yo nos conocimos en el conservatorio, desde primero de solfeo estamos juntos. Ella iba a las Teresianas, yo a la Trinidad. Eran colegios con educación diferenciada por lo que estar en Solfeo niños y niñas era una novedad y tonteábamos mucho todos los niños y niñas de la clase. Recuerdo los días de conjunto Coral que íbamos todos antes a clase porque había un compañero que tocaba muy bien el piano y nos daba “pequeños conciertos”. Yo en esta época ya le eché el ojo. Hasta 5º de Solfeo estuvimos coincidiendo en clase. Cuando pasamos al BUP dejamos de estar juntos en clase pero como éramos vecinos en el barrio, yo le seguía un poco la pista en la parada de autobús. En COU volvimos a vernos, ella estaba en La Salle y salía con sus compañeros y compañeras y retomamos de nuevo el trato. Yo me incorporé al grupo de amigos suyos de la Salle y empezamos a salir. En el curso siguiente ella empezó los estudios de Medicina y yo de Agrónomos y la relación se fue consolidando. Fueron unos años muy bonitos, compartiendo fiestas de Medicina, estudio en la biblioteca, saliendo con los amigos, llevándola en moto (una vespa), realizando el viaje de “ecuador” de su carrera a Italia….Recuerdo una de las primeras salidas formales que fuimos a una fiesta y volvimos tarde, después de la hora acordada en su casa y yo subí a disculparme ante sus padres por el retraso. Estaba también su abuela, y según me contó luego, “se tronchaba de risa” con mis disculpas. Al terminar las carreras yo empecé a trabajar y ella a preparar los exámenes para el M.I.R. (Médico Interno Residente) que era la forma de hacer una especialidad médica. Fue una etapa dura para ella, pero su descanso era el Señor. En esa época nos dedicamos a buscar juntos nuestro sitio en la Iglesia. Íbamos los domingos a misa cada vez en un sitio para ver que Parroquia nos “gustaba más” y contactamos con grupos diversos para ver donde podíamos vivir y desarrollar nuestra fe. Tras diversos para acá y para allá, “escogimos” la Parroquia de S. Nicolás. (Realmente no escogimos nada, El Señor nos eligió a nosotros desde esa Parroquia). Nos gustó mucho uno de los sacerdotes. No era el Párroco: D. Antonio Evans. Y ahí empezamos a vivir nuestra fe aterrizándola en una parroquia.

Edu pensó en la misión, ¿cómo recuerdas aquella etapa?

Fue antes de casarnos. Recién aterrizados en la Parroquia, Edu me planteó que ella quería irse de Misión, algunos años, que eso como lo podíamos hacer. Desde siempre, mi única misión en la vida ha sido hacer posible la suya: posibilitarle todos sus anhelos y ayudarla a realizar todo lo que el Señor le pedía y ella me contaba.Entonces le dije: “ bueno, buscamos en la Guía telefónica algo sobre Misiones en Córdoba y vamos o llamamos y ya nos informan y vamos viendo”.Efectivamente, buscamos en la guía, encontramos la Delegación de Misiones de Córdoba y allí que nos presentamos un día para hablar con “el responsable”: El Delegado de Misiones. Debía ser sobre el año 88 o así.

Al llegar a la “Dele” y pasarnos a hablar con el Delegado lo conocemos: era D. Antonio Evans. Seguíamos sin elegir nada. Nos elegían. Le contamos ”nuestro” deseo (suyo y mío que siempre voy de la mano cogido) de irnos a Misiones y decide incorporarnos a la “dinámica Parroquial” de la Delegación de Misiones de Córdoba donde nos vamos formando en temas misioneros, trabajando en la Diócesis por la Animación Misionera y celebrando en comunidad los Sacramentos.Mientras, el buscaría dónde, cuándo y cómo realizar nosotros “nuestra” inquietud Misionera.Al poco nos habla de OCASHA y tras contactar con ellos iniciamos el periodo de formación específico para irnos tres años al Perú. En estos momentos ella sigue preparando sus exámenes del MIR y yo trabajo en una Consultora. Llega el año 1990, se examina del Mir el 30 de septiembre. No sale contenta. A la salida del examen, le pido que se case conmigo. Acepta y fijamos la fecha de la boda para el 1-12-90. No hace falta más tiempo. Así estamos preparados para poder irnos a misiones pues para el año 91 terminábamos nuestra formación con OCASHA y marchábamos a nuestra misión.

Yo trabajaba en Sevilla. Nos casamos y tras la noche de bodas nos llama su madre para decirnos que se está en el proceso de asignación de plazas para el MIR y que con el número de orden que tiene igual puede escoger algo de las últimas plazas. A la vista de esto nos vamos a Madrid para ver que elige. Quedaban las especialidades no remuneradas, Medicina del deporte, trabajo, etc.. Le digo que pida algo en Madrid porque mi empresa tiene también oficina en Madrid y puedo pedir traslado.

Entra, pide, y al salir me dice “¡He pedido Medicina del trabajo en Granada!” “¿Y eso?”, le digo yo. “Es que como tenemos el piso alquilado en Sevilla pues ya me organizaré para ir y venir porque me han dicho que son pocas horas de clase”

En Enero del 91 empieza la especialidad. Empieza su relación con los vehículos y me demuestra su amor al Matrimonio y su convencimiento de cómo se deben hacer las cosas en el matrimonio: tenía clase 3 o 4 días a la semana. Ella cogía el coche por la tarde, hacía tres horas de viaje por la A-92, todavía en construcción (era un calvario las curvas de Archidona). Tenía dos horas de clase, volvía a coger el coche otras tres horas y estaba en casa para compartir conmigo el final del día y ocuparse de nuestra casa al día siguiente por la mañana. Vivíamos en un piso de 36 m2 incluidos la terraza.

A la vuelta del verano del 91, Edu empieza a sentirse cansada, incomoda y molesta por lo que vamos al médico el cual tras varias pruebas nos dice: “o es un tumor con patas o está embarazada”. Era septiembre, estaba de cinco meses y el bebé venía para enero del 92. Nos pilló de sorpresa porque Edu tuvo una Anorexia muy fuerte en BUP que hizo que sus ciclos no fueran regulares e incluso desaparecieran temporadas largas como fue el caso de la boda a la que llego sin tener ciclos.

Al final, en vez de para Enero, nació el 11-12-91 la que hasta entonces había sido Carlitos: CLARA. Lo hizo muy bien, era el primer día de vacaciones de Edu. Así que, para después de Reyes, ella estaba lo suficientemente bien como para incorporarse a sus clases de la especialidad en Granada … con Clara. Cómo madre tenía claro que solo ella debía y podía ocuparse en condiciones de su hija, por lo que buscamos una residencia y allí se quedaba los tres días de la semana que tenia clase. Durante la clase un “canguro” estaba con Clara.

La maternidad para Edu representó la verdadera vocación de su vida, ¿cómo era como madre?

En el año 93 nació Carlos, en el 95 Gracia, en el 98 Antonio, en el 99 Juan. Todos estos años estuvo trabajando: del 92 al 95 en F.P. María Inmaculada, en el 96 y 97 médico de Cajasur, del 97 al 99 médico inspector del Instituto Nacional de la Seguridad Social. Del 99 al 2000 médico en Mercadona y desde el 2000 hasta enero 2003 médico en Ibermutuamur. En esta fecha rompió con lo que la sociedad pedía sobre que la mujer tenía que ser, o poder ser independiente en base a su trabajo y realizarse en él y decide dedicarse en exclusividad a su familia.

Edu SIEMPRE ha antepuesto las necesidades de sus hijos a las suyas propias. En mayo de 2017, tras la primera etapa de su enfermedad, un buen amigo, compañero de andaduras, le refiere al hablar de vocación matrimonial que los novios a los que prepara en catequesis prematrimonial “se deben de quedar boquiabiertos con Carlos y contigo…no es para menos ¿verdad?”. Edu siempre estaba dispuesta a explicar la grandeza de matrimonio mientras consideraba el nuestro, un testimonio con mucha pobreza, sin embargo, entendía nuestra vida matrimonial como un despojamiento continuo. En una ocasión escribió que “poquito a poco Él nos va enseñando a renunciar a todo, las cosas que más seguridad nos daban, que más nos gustaban, que nos hacían sentir mejor delante de los demás…nos lo va pidiendo a la par que nos dice: “¿Me amas?”.

Edu, a lo largo de su vida, siempre ha tenido claro que antes que ella estaban sus hijos y su matrimonio, (eso sin contar a Dios, su Padre, y a Jesucristo, su amado) y a eso le ha dado siempre el tiempo que requerían en cada momento.

La familia Natera -Fijo al completo el día de la primera comunión de Estrella y Domingo

De Edu conocemos su capacidad de trabajo, su acción constante a favor de la Iglesia. Frecuentaba grupos, enviaba mensajes y no podía reducirse a una única parroquia, ¿de dónde sacaba tanta energía?

Su fuerza le venía de su debilidad. Una vez comentando la película “Wall-e” dijo:

“No sé si es una barbaridad, pero ¿no te recuerda Wall-E al «resto pobre» de la Historia de la Salvación» que, a pesar de que todos abandonan al Señor, él permanece fiel y obediente a Su Señor y, con su perseverancia y obediencia, y entregándose entero, hace posible EL MILAGRO de la «vuelta a casa», el retorno a la casa del Padre, al sueño originario de Dios?
¿No es un modelo precioso de FE Y CONFIANZA en «Su Padre» (en este caso quien le creó y programó) para todos nosotros que deberíamos vivir con una FE Y CONFIANZA absoluta en Ntro. Padre, Ntro. Creador y Redentor…en medio de una sociedad tan inhóspita a veces, como la que nos ha tocado vivir?
Su empeño en seguir haciendo bien las cosas, aunque aparentemente no sirva para nada, ni nadie le vea, su capacidad de asombro, sorpresa e ilusión ante todo lo q el mundo le presenta, su capacidad de levantarse cuando cae… Y sacar fuerzas para seguir adelante solo…SON INCREÍBLES.
Y, al final gracias a ellas Se produce EL MILAGRO. Es increíble que de una cosita tan aparentemente pequeña, frágil y torpe pueda venir LA SALVACIÓN de toda la Humanidad. Recuerda al «mi fuerza se realiza en la debilidad» “
EN SU DEBILIDAD ESTABA SU FUERZA. El Señor se vale de lo débil y pequeño para conseguir lo que quiere.

De su bolso siempre asomaban las cuentas de un rosario prendido al asa. ¿Cuál era su relación con la oración?

Esta pregunta enlaza con las anteriores y las explica todas. Edu vivía sintiéndose amada por el Padre y amando al Hijo. Todos los días, su despertador sonaba muy temprano. Sólo así podía darle, a su Padre, el tiempo necesario para estar con Él, para conocerlo, para sentirse querida. Y tener también el tiempo necesario para hablar de Amor con el Hijo.

Yo he ido descubriendo poco a poco que Cristo fue su PRIMER AMOR…y que nadie ha podido ocupar ese lugar en su corazón, Él ha sido siempre su único Amor, su gran Amor…lo demás vino como consecuencia y para ser signo pobre, sacramento, de Ese Amor Suyo por cada hombre, por toda la humanidad.Y Él la envió a formar un matrimonio y una familia amándome y a los hijos en Su Nombre, cómo Él le había enseñado a Amar… hasta el extremo.

Pero en ella todo parte de SU ENAMORAMIENTO DE CRISTO…por eso SIEMPRE ha dicho que necesita arrancar cada mañana desde Él, volviendo a ESE PRIMER AMOR que lo iluminó todo en su vida. Él ha sido su auténtico Señor, su único Señor y las temporadas que ha perdido esa certeza en su vida todo se ha tambaleado.

Al conocer su enfermedad, quiso compartirla con sus hijos y a la par que sus vidas cotidianas no se vieran alteradas, ¿Cómo se consigue esto?¿Cómo reaccionaron los chicos?

Bueno, la enfermedad forma parte de la vida y da lugar a catequesis y momentos de oración. En nuestra familia llevamos toda la vida diciendo “¡si me lo llegan a contar cuando nos casamos!”. El Señor nos ha estado siempre sorprendiendo con sus bendiciones y con multiplicidad de situaciones y ocupaciones más o menos favorables o contradictorias (despidos de trabajos, problemas en trabajos, amenazas de juicios , problemas económicos), con peticiones de servicios a la Iglesia (delegación de misiones, responsables diocesanos de caritas, catequesis colegio, catequesis parroquia, coros, hojas parroquiales, oblaciones, encuentros misioneros en verano, …) y todas se van integrando en la vida familiar desde la oración y el compartir.

En la primera fase de la enfermedad, como de primeras pareció atajarse el problema hubo cierta tranquilidad por parte de todos y estábamos en una espera confiada.Cuando hubo la segunda recaída, yo les dije a los mayores la gravedad de la situación y que esta sólo tenía un final, aunque los médicos iban a intentar que fuera muy tarde. Esto sirvió para unirnos más y ser más corresponsables. También sirvió de empujón para anunciar una boda de la que Edu pudo disfrutar de algunos preparativos y estar contenta de que el noviazgo llegara a buen fin.

Para los demás estáis en pleno duelo, pero, realmente, ¿qué lugar ocupa esta palabra en vuestra vida desde su fallecimiento?

Creo que hasta tu pregunta no éramos conscientes de que estamos en esta fase: el duelo es el proceso de adaptación emocional que sigue a la pérdida de un ser querido.

En ese sentido, todos estamos en ese proceso, unos de manera más dolorosa y otros menos. Cada cual según su psicología, situación personal, grado de dependencia o unión con Edu.

Todos vamos poco a poco integrando en nuestra realidad la ausencia física de Edu. Nos duele, y en algunos momentos del día nos aflora ese dolor. Creo que nos durará todavía un tiempo, por lo menos hasta que pasemos un año completo de su falta y hayamos hecho todas las cosas habituales sin su presencia física. Supongo que nos seguirá doliendo cuando hagamos cosas que no habíamos hecho nunca como familia. Tenemos 2 bodas a la vista. En cualquier caso la esperanza en la Resurrección y el convencimiento del cielo, de que ya está allí y de la vida eterna ayuda y motiva para sobrellevar los momentos tristes o de desánimo.

Edu nos ha enseñado a morir a todos, muchos hemos descubierto la grandeza de la muerte vivida con Cristo, ¿qué significaba para Edu este tránsito?

Edu recibió en las dos etapas de su enfermedad la Unción de enfermos en sendas celebraciones familiares en la Parroquia de San Andrés y para ello, previamente se preparaba leyendo los números del catecismo que explican el sacramento. La lectura de 1522 Una gracia eclesial, explica el sentido de la unción para ella: los enfermos que reciben este sacramento, «uniéndose libremente a la pasión y muerte de Cristo, contribuyen al bien del Pueblo de Dios» (LG 11). Cuando celebra este sacramento, la Iglesia, en la comunión de los santos, intercede por el bien del enfermo. Y el enfermo, a su vez, por la gracia de este sacramento, contribuye a la santificación de la Iglesia y al bien de todos los hombres por los que la Iglesia sufre y se ofrece, por Cristo, a Dios Padre.

Ella siempre se ha sentido consagrada a Dios (desde el Bautismo, su presentación en la 1ªComunión, su boda (“os casáis tres, Cristo va con vosotros” nos dijeron), su oblación Monástica) y este sacramento completaba y reafirmaba esta consagración pues este sacramento también consagra para dar fruto por su configuración con la Pasión redentora del Salvador y le ayudaba a unirse libremente a la Pasión y muerte de Cristo.

El año pasado, el día de todos los santos, como responsable del coro parroquial llevó para que se cantará y se cantó en la comunión “La muerte no es el final”:

Tú nos dijiste que la muerte

no es el final del camino,
que aunque morimos no somos,
carne de un ciego destino.

Tú nos hiciste, tuyos somos,
nuestro destino es vivir,
siendo felices contigo,
sin padecer ni morir.
Siendo felices contigo,
sin padecer ni morir.

Cuando la pena nos alcanza
por un hermano perdido
cuando el adiós dolorido
busca en la Fe su esperanza.

En Tu palabra confiamos
con la certeza que Tú
ya le has devuelto a la vida,
ya le has llevado a la luz.
Ya le has devuelto a la vida,
ya le has llevado a la luz

Cuando, Señor, resucitaste,
todos vencimos contigo
nos regalaste la vida,
como en Betania al amigo.

Si caminamos a tu lado,
no va a faltarnos tu amor,
porque muriendo vivimos
vida más clara y mejor.
Porque muriendo vivimos
vida más clara y mejor.

Edu en la parroquia de San Miguel de Córdoba participando con los cantos en una eucaristía

¿Qué les enseñó a vuestros hijos desde su enfermedad?

A incorporar cualquier realidad de la vida en el día a día porque Si aceptamos de Dios los bienes, ¿no vamos a aceptar los males?. Job 2, 10. Eso no quita para que le pidiéramos que apartara de nosotros ese cáliz mediante la oración. Y a vivirlo con confianza y esperanza. Todo lo que Dios hace o permite en nuestra vida es Su Voluntad. Nosotros estamos aquí sólo para cumplirla respondiendo a su Amor hasta el extremo.

Ella vivía todo desde la aceptación y la entrega silenciosa sin llamar la atención. Edu quería vivir sirviendo, haciendo posible, sin escucharse. No pretendía hacer grandes cosas “sino las que nos ha preparado Jesús para nuestra conversión”, ha dejado escrito. En esta entrega, siempre unió sus padecimientos a los de Cristo, colaborando así en la redención. Poco o nada ha dejado de hacer durante su enfermedad. Cinco días antes del fallecimiento estábamos en Tremp (Lérida) dejando un hijo en la Academia Militar y ya se encontraba bastante limitada.

¿Qué significa para vosotros la palabra esperanza?

La esperanza es una de las tres virtudes teologales. Por ella deseamos a Dios como Bien Supremo y confiamos firmemente alcanzar la felicidad eterna y los medios para ello. Edu tiene un folio en su espacio de trabajo y oración del dormitorio titulado DIEZ RAZONES PARA LA ALEGRIA. La décima es: hasta la muerte es PASCUA FELIZ, paso definitivo al encuentro, al abrazo definitivo y eterno con ese Dios-Padre que sólo es TERNURA, que sólo es AMOR.Y el folio termina con “ POR TODO LO CUAL SOMOS PERSONAS DE ESPERANZA”

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