Cáritas Diocesana de Córdoba reúne a 300 personas en su asamblea e invita a soñar con una fraternidad abierta y universal
El Auditorio del Colegio de La Salle ha acogido la X Asamblea Diocesana de Cáritas con el lema ‘Soñar con una fraternidad abierta y universal’ a la que han acudido unas 300 personas entre voluntarios de los grupos parroquiales, técnicos de Cáritas y así como sacerdotes. El obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, ha dirigido unas palabras a los asistentes en el acto de apertura, tras la oración de inicio.
El acto de apertura también ha contado con la asistencia del Delegado Episcopal de Cáritas Española, Vicente Martín, del delegado diocesano, Pedro Cabello, el director de Cáritas Córdoba, Salvador Ruiz y la secretaria general de Cáritas Diocesana de Córdoba, Laly Ramírez.
En su intervención, el obispo de Córdoba ha señalado que “Cáritas es la manera de la Iglesia de hacer presente el amor de Jesucristo” y ha felicitado a todos los asistentes “por la labor que hacen día a día». Monseñor don Demetrio Fernández ha ensalzado “la labor de los voluntarios sin los que Cáritas no sería nada”, a la vez que los ha animado “a seguir cada día velando por los más necesitados”.
Por su parte, el director de Cáritas Córdoba, Salvador Ruiz, ha agradecido al delegado episcopal de Cáritas Española y a Monseñor don Demetrio Fernández su presencia en esta X Asamblea de Cáritas Diocesana de Córdoba. Asimismo, ha resaltado que “la acción social se Cáritas es posible gracias a los 1.600 voluntarios que dan lo mejor que tienen, su tiempo, y que lo dedican a acompañar a las personas que más sufren”.
En su discurso, Ruiz ha recordado que “hace tres años cuando celebrábamos la IX Asamblea, en esta misma casa, veníamos de una gran crisis económica que había dejado una gran brecha social, nadie se imaginaba todo lo que estaba por venir: una pandemia mundial, una guerra y otra crisis”, por eso sus primeras palabras han sido “de agradecimiento a todos los voluntarios que dieron un paso al frente, por el esfuerzo y trabajo duro que se ha hecho en estos años de crisis sanitaria por acompañar a las personas que sufren, en los peores momentos que sufren y cuando se cerraron todas las puertas de los servicios sociales”, “Gracias por estos años en los que la Iglesia de Córdoba, las parroquias y los voluntarios de Cáritas han estado al lado de los que más sufren” ha subrayado, para finalizar afirmando que “nuestra misión no es solo ayudar en la urgencia, sino acompañar para que las personas vayan realizándose plenamente en su sentido integral”.
Tras las palabras de bienvenida, ha tenido lugar una ponencia del Delegado Episcopal de Cáritas Española, Vicente Martín Muñoz en la que ha asegurado que hay que “salir al encuentro de un mundo herido”, ya que “en tiempos de crisis acumulada se acrecienta los procesos de desigualdad social y exclusión: 11 millones de personas se encuentran en una situación de exclusión social en España y alrededor de 6 millones de familias no cuentan con un presupuesto que garantice unas condiciones de vida dignas”, al tiempo que ha animado a los presentes a “abrir caminos de esperanza” y ha afirmado que “no tenemos que esperar todo de los que nos gobierna, seamos parte activa en la rehabilitación y auxilio de las sociedades heridas”.
Finalizada esta ponencia, se ha celebrado una mesa redonda con el título “Retos del acompañamiento” y en la que han intervenido el sacerdote de la Parroquia de Santa María de las Flores de Posadas, José Miguel Bracero Carretero, la responsable de Cáritas Parroquial de Santa Margaritas de Córdoba, Elvira de Ahumada Pastor, una participante, Génesis Aponte Palacios; la trabajadora social de Cáritas y coordinadora del programa de acompañamiento en el Territorio y un educador social de Cáritas.
El acompañamiento en la espiritualidad y la formación doctrinal, la importancia del cuidado y el vínculo en el acompañamiento, la vivencia personal “ser acompañada”, desde la autonomía y la dignidad que aporta una nueva fórmula de acceder a las ayudas a la alimentación como es el Código QR, sin olvidarnos del acompañamiento desde una mirada de derechos y del acompañamiento a las personas migrantes han sido las diferentes perspectivas desde las que se ha analizado los retos del acompañamiento en la X Asamblea diocesana de Cáritas.
Informe de al Secretaría General
En la X Asamblea diocesana de Cáritas también se ha presentado el informe de la secretaría general en el que se ha puesto en valor el esfuerzo de todas las personas y agentes de Cáritas que hace posible su acción social en la Diócesis de Córdoba, juntos somos testimonio de caridad, comprometidos con la comunidad. Somos la Iglesia que acompaña a las personas en la recuperación de su autonomía, que construye comunidad y tejido social, y que lucha por los derechos y la dignidad humana.
Uno de los datos que se desprenden de dicho informe es que la media anual de personas acompañadas por Cáritas en los últimos tres años es de 30.952, que ha supuesto un 74% más de intervenciones desde 2019, destacando que el 91% gestionadas ayudas han sido para alimentación.
Ochocientas sesenta y seis personas en situación de sin hogar son atendidas como media anual en los recursos que tiene Cáritas: Casa de Acogida ‘Madre del Redentor’, Ala de Baja Exigencia, la unidad de calle del dispositivo nocturno, y los pisos para reclusos ‘Virgen de la Merced’. El perfil mayoritario de las personas en situación de sin hogar acompañadas es el de un varón español entre 45 y 64 años, con problemas de salud mental y acceso a la vivienda, y el de personas migrantes en situación irregular sin acceso a salud y con infravivienda.
En la actualidad Cáritas acompaña a familias en sus diferentes recursos que van desde la acogida y el acompañamiento para el acceso a una vivienda digna, las ayudas económicas para cobertura de necesidades básicas y la derivación a otros recursos. Cabe destacar que anualmente atendemos a una media de 42 familias.
Las personas mayores en situación de exclusión también cuentan con programas específicos en los servicios generales de Cáritas con el objetivo de posibilitar que las personas mayores en situación de vulnerabilidad puedan vivir dignamente gracias a nuestra Residencia Hogar ‘San Pablo’, al programa Tejiendo Redes y al Servicio de Ayuda a Domicilio. La media de acogida y atención anual es de 114 personas mayores.
Para Cáritas es prioritario que todas las personas tengan un empleo digno en igualdad de oportunidades, por eso apostamos por el empleo. En los últimos tres años hemos acompañado a una media de 972 en el servicio de empleo, de las cuales 116 han sido contratadas, 392 han pasado por intermediación laboral y 173 por algún curso o taller formativo.
En este informe también se mencionan otros proyectos como los que tenemos de cooperación internacional en Picota y Tánger, el destinado a personas con VIH-SID.A, el de mujeres o nuestro servicio de ropero gracias al cual se da cobertura de ropa, calzado y lencería de hogar a las personas que acompañamos.
Desde Cáritas están preocupados por realidades que han aumentado en estos años y que dejan fuera de cobertura a muchas personas por la dificultad que tienen para acceder a una vivienda digna, así como la problemática que viven casa día las personas migrantes en situación irregular, que las deja desamparadas y sin derechos.
Este informe dedica un apartado a las Cáritas parroquiales la mano tendida de la Iglesia hacia los más pobres, a su programa de acompañamiento en el territorio y a los 1.600 voluntarios con los que cuenta la entidad, que son testimonio de fraternidad, generosidad y gratuidad, con un agradecimiento especial a las personas voluntarias mayores que han estado al pie del cañón en tiempos de pandemia.
El impacto que el Covid 19 ha tenido en Cáritas también se recoge y se destacan dos datos: unas 8.000 personas acudieron por primera vez a Cáritas y nuestros voluntarios en las Cáritas parroquiales disminuyeron un 50%.
La financiación pública y privada ha hecho posible acompañar a 30.592 personas de media en estos años, ya que el 80% de esta inversión total se ha debido a fondos privados. Estas cifras demuestran el compromiso de la comunidad cristiana y la sociedad con las personas en situación de exclusión. La inversión total de los últimos tres años ha sido la siguiente: Año 2019: 5.675.709€, Año 2020: 6.412.635€, Año 2021: 7.696.780€.
Por último, este documento hace un repaso por las diferentes campañas de sensibilización y captación de fondos que ha puesto en marcha la entidad en los últimos tres años, su presencia en los medios de comunicación y el programa de Entidades con Corazón.
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