Con estas palabras se ha dirigido el Obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández, a todas las parejas que han acudido en la mañana del domingo, 12 de febrero, a celebrar la fiesta de san Valentín en el templo principal de la Diócesis.
Un año más, la Catedral ha sido el lugar elegido por la Delegación diocesana de Familia y Vida para celebrar el encuentro de novios coincidiendo con la fiesta de san Valentín. Una cita a la que han acudido varias parejas de la Diócesis en la mañana del domingo, 12 de febrero, en la Santa Iglesia Catedral.
Allí, han podido participar en la celebración de la misa, presidida por el Obispo, quien en su homilía recordó la vida de este obispo y mártir, como es san Valentín, el cual “facilitaba que los novios pudieran llegar a casarse”, comentó el prelado. Al hilo de esto, y teniendo presente el Evangelio del día, don Demetrio Fernández se dirigió a las parejas explicándoles que “la preparación al matrimonio hay que vivirla como un momento dichoso”. “Dichoso el que camina en la voluntad del Señor, también en el matrimonio, porque eso es fuente de felicidad”, aseguró. Igualmente, les recordó que es Jesucristo el maestro que nos enseña a vivir el camino hacia el matrimonio.
Además, aprovechó este día para pedir por todos los enfermos, coincidiendo con la Jornada del Enfermo; así como por el compromiso de la gente con aquellos que no tienen nada, teniendo presente la campaña de Manos Unidas 2017, que lleva por lema “El mundo no necesita más comida, necesita más gente comprometida”.
La celebración culminó con la bendición del prelado a todas las parejas allí presentes.