Antonio Gil pide tener presente y en el corazón siempre a los pobres, a aquellas personas que sufren necesidad o se sienten excluidos de la sociedad
Antonio Gil
La anécdota tuvo lugar en aquel Cónclave de marzo de 2013. Y nos la narra el propio papa Francisco: “Cuando los votos subieron a los dos tercios, hubo el acostumbrado aplauso, porque había sido elegido. Y entonces, el cardenal Hummes, me abrazó, me besó, y me dijo: “No te olvides de los pobres”. Y esta palabra ha entrado aquí, en mi corazón: “Los pobres, los pobres”. De inmediato, en relación con los pobres, pensé en Francisco de Asís. Francisco es el hombre de la paz.”.
Aquel susurro propició que surgiera del corazón del Papa, la Jornada Mundial de los pobres, que en su sexta edición tiene como lema, la frase de San Pablo: “Jesucristo se hizo pobre por ustedes”. En palabras de Francisco, “la Jornada se presenta este año como una sana provocación para ayudarnos a reflexionar sobre nuestro estilo de vida y sobre tantas pobrezas del momento presente”.
El Papa nos pide que tengamos estas tres hermosas actitudes: Primera, “tener la mirada fija en Jesús, el cual siendo rico, se hizo pobre por nosotros”. Segunda, “vivamos la fraternidad, uno de los valores humanos y universales, para que nadie se sienta olvidado, ni excluido”. Tercera, “compartamos lo poco que tenemos con quienes no tienen nada”. “No es el activismo lo que salva, subraya el Papa, sino la cercanía al pobre que tiende su mano”.
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