Este fin de semana celebramos dos Jornadas Mundiales: La que protagoniza Manos Unidas contra el Hambre y la Jornada Mundial del Enfermo
“Desde Manos Unidas, y bajo el lema “El Efecto Ser Humano”, nos dice la presidenta diocesana, Pepa Iribarnegaray, buscamos trasladar a la sociedad cómo la crisis medioambiental está afectando a millones de personas, sobre todo del Sur global, perjudicando sus derechos más básicos. Tanto el Dia del Ayuno voluntario como la colecta del domingo dia 11, son una llamada al amor, la solidaridad y la ayuda a los hambrientos”.
Y ante la Jornada Mundial del Enfermo, el grito del papa Francisco: “Los enfermos, los frágiles, los pobres están en el corazón de la Iglesia y deben estar también en el centro de nuestra atención humana y pastoral. El primer cuidado del que tenemos necesidad en la enfermedad es, por tanto, el de una cercanía llena de compasión y ternura. Hemos sido hechos para el amor, estamos llamados a la comunión y a la fraternidad”.
Tanto la Campaña contra el Hambre como la Jornada Mundial del Enfermo, que culminan el dia 11 de febrero, nos recuerdan el mensaje central del cristianismo: la hermandad humana. Como cristianos estamos llamados a un amor sin fronteras y sin límites, signo y testimonio de que podemos abatir los muros del egoísmo y de los intereses personales. Octavio Paz refrendaba en unos versos preciosos este mensaje: “Miro hacia arriba: las estrellas escriben. / Sin entender comprendo: también soy escritura / y en este mismo instante, alguien me deletrea”.
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