La Diócesis de Cartagena fue la primera en inaugurar el Orden de Vírgenes Consagradas en España.
El próximo jueves 31 de mayo, las Vírgenes Consagradas de la Diócesis de Cartagena celebrarán su 40 aniversario. Con este motivo, el próximo domingo 27 de mayo, coincidiendo con la festividad de Pentecostés, las Vírgenes Consagradas participarán de una Misa que tendrá lugar en la Santa Iglesia Catedral de Murcia, a las doce del mediodía en razón de este 40 aniversario.
Tal como está recogido en el Boletín Oficial del Obispado de Cartagena del año 1972 (páginas 394-396), la ceremonia de consagración de las cinco primeras «vírgenes seglares» de la Iglesia Diocesana se celebró en la tarde del 31 de mayo de 1972, en el Santuario de la Virgen de la Fuensanta. En esta apropiada fecha del final del florido mayo murciano y fiesta litúrgica de la Visitación de María, en este Santuario se celebró también el día de tradicional homenaje de las religiosas murcianas.
Con la asistencia de numerosas religiosas de los diversos Institutos y Congregaciones que llenaban el Santuario, las cinco vírgenes seglares recibieron, tras el acto de consagración, las insignias de la virginidad consagrada: el anillo y el velo blanco, signo de la consagración esponsal a Jesucristo, en amor y fidelidad perpetua.
La consagración de vírgenes arranca desde los mismos orígenes del cristianismo. Los apóstoles, singularmente San Pablo y San Juan Evangelista, hacen elogios de la virginidad consagrada, que es considerada como un especial carisma de servicio a la Iglesia, imitando a Cristo-Esposo. A este Orden pertenecieron las santas Inés, Lucía, Cecilia… y otras muchas, tan recordadas y honradas en las más bellas y antiguas iglesias de Roma.
A partir del s. IV, con la aparición de otras formas de vida consagrada común o en soledad, fue perdiendo relevancia este Orden, hasta casi desaparecer a lo largo del s. V. No obstante, ha sido restaurado por el Concilio Vaticano II (SC 80), goza de un muy rico y sugestivo ritual propio, publicado en el año 1970, y queda recogido en el Código de Derecho Canónico (c. 604). Hoy hay más de 3000 vírgenes consagradas en toda la Iglesia y, en nuestra diócesis, que fue la primera que tuvo el honor de inaugurar esta orden en España, con aquellas cinco primeras consagradas en mayo de 1972 y, que ha llegado a tener hasta 24, hoy queda un grupo de 13, esperando y pidiendo al Señor que haga surgir nuevas vocaciones, para mayor honra y gloria de Dios y al servicio de su Iglesia.
«Escuchar y aceptar la petición esponsal de Dios encarnado, es encontrar el tesoro, la perla preciosa, por la que se puede dejar todo lo demás y encontrar la mayor felicidad»
En una reciente entrevista mantenida entre el Consiliario de las Vírgenes Consagradas de la Diócesis de Cartagena, D. Damián Abellán y cinco de las consagradas diocesanas, comentaban: «Ya antes de ser consagradas éramos un grupo de amigas de vida piadosa y de participación apostólica en todo cuanto podíamos, en nuestras propias parroquias. Nos interesábamos mucho por formarnos y tratar de las cosas de Dios».
«Nosotras ya aspirábamos, de corazón, a entregarnos totalmente a Dios, en la Iglesia»- señala una de ellas. Ante esto, explican que D. Juan de Dios Balibrea, entonces Vicario General y de Vida Consagrada y Deán de la Catedral, se interesó en organizar en Murcia la primera consagración de las vírgenes seglares, según el ritual que acababa de autorizar el Concilio Vaticano II. «Nombró a una como responsable en nuestro grupo y, con gran ánimo e ilusión, emprendimos este camino, para que pudieran resurgir en nuestra diócesis lo que ya se hacía en la Iglesia primitiva, donde surgieron tantas vírgenes y mártires, como Santa Inés, Cecilia, Águeda… y muchas más»- expone.
«Tuvimos una muy buena preparación espiritual y, después, llenas de gozo, nuestra consagración». Así recuerda el grupo de vírgenes consagradas aquel 31 de mayo de 1972 en el Santuario de la Fuensanta. Así conmemoran ese día, la festividad de la Visitación de la Virgen, en el que estaba lleno el Santuario de religiosas de toda la diócesis, al coincidir con el tradicional homenaje a la Fuensanta. «La primera consagración de vírgenes seglares en nuestra diócesis y ¡la primera en España!»- manifiestan con alegría. Al estar ausente el Obispo Mons. D. Miguel Roca, presidió esta celebración por delegación suya D. Juan de Dios Balibrea. «Ahí comenzó esta gracia de Dios para nosotras, para nuestra Diócesis y para toda la Iglesia»- aseguran.
A estas cinco consagraciones de 1972, se fueron sumando algunas más en los años posteriores. Cinco vírgenes más se consagraron al año siguiente, el 22 de agosto de 1973. El 11 de junio de 1985, ocho consagradas más entregaban su vida a Dios. Cuatro mujeres más se consagraron al año siguiente, un 27 de mayo. Las dos últimas vírgenes se consagraron en el año 2000, por el Obispo Mons. D. Manuel Ureña. En anteriores ocasiones, presidieron estas ceremonias el Vicario para la Vida Consagrada y su Consiliario de entonces, D. Dámaso Eslava, por delegación del Obispo.
De este modo llegó a gestarse el grupo de 24 consagradas. «Lo hemos vivido y, aún lo vivimos, con el mayor gozo y gratitud a Dios, a nuestra Madre la Virgen María y a la Iglesia»- aseveran. Años después, algunas de ellas ya han fallecido, pero ellas piden a Dios y esperan «que las fallecidas estén gozando del abrazo del Esposo en el Cielo». «Y pedimos a Dios y deseamos que actualmente surjan y sigan surgiendo vocaciones en nuestra Iglesia de este don tan grande y tan necesario para el mundo»- precisan. Así, afirman que «escuchar y aceptar la petición esponsal de Dios encarnado, es encontrar el tesoro, la perla preciosa, por la que se puede dejar todo lo demás y encontrar la mayor felicidad, ¡alabado sea Jesucristo!».