Una vida normal que el Señor ha hecho extraordinaria

Diócesis de Cartagena
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La diócesis de Cartagena es una sede episcopal dependiente de la archidiócesis de Granada, en España. Su sede es la catedral de Santa María, situada en la ciudad de Murcia.

El próximo 29 de junio, Emmanuele Iotti será ordenado sacerdote de la Diócesis de Cartagena

Emmanuele Iotti, un italiano nacido en San Benedetto del Tronto, localidad de la costa adriática llegó a la Región de Murcia hace ocho años. De su tierra natal, una zona «bendecida por el Señor», ya que está muy cerca de Asís, de Loreto y Nursia habla con orgullo y destaca su belleza paisajística.

Los padres de Emmanuele conocieron el amor de Dios a través de las catequesis del Camino Neocatecumenal y él es el cuarto de ocho hermanos. «Ellos nos han transmitido la fe. Recuerdo con especial cariño cuando íbamos todos juntos a la Eucaristía, el sábado por la tarde, y especialmente el rezo de Laudes del domingo por la mañana en casa», cuenta Emmanuele. Reconoce que este era un momento semanal clave en la familia, siendo un tiempo dedicado a transmitir la fe y a la reconciliación: «Sabíamos que en ese momento pasaba el Señor por nuestro hogar».

En la adolescencia él también empezó a caminar con una comunidad y no solo porque fuera algo natural en su familia sino porque entendió que el Señor le llamaba «para ser amigos». Un verano, gracias a la invitación de un sacerdote, vivió una experiencia junto a seminaristas. Su misión era rezar y trabajar al servicio de otros cuidando de la casa donde convivían, acogiendo a los peregrinos que pasaban. «Me sentí libre en un lugar donde solo rezábamos y trabajábamos, sin móvil ni dinero. Experimenté la libertad y me encontré con el Señor». Allí conoció a varios seminaristas que volvían de haber estado en misión en diferentes países: «Miraba sus caras y yo quería eso para mí; con disponibilidad plena, sin miedo a coger un avión –y otro, y otro, y otro– para estar al servicio de la Iglesia donde fuera conveniente». En este ambiente de convivencia su corazón se abrió y pudo escuchar la llamada de Dios.

Amante de las letras, finalizó los estudios de Bachillerato y con 19 años entró al Seminario Redemptoris Mater y, al ser de carácter misionero, fue enviado desde Italia a España, y concretamente a Murcia. «Esta noticia fue una alegría para mí. De la Diócesis de Cartagena solo conocía que era una de las diócesis más misioneras del mundo, especialmente al servicio del Camino Neocatecumenal. El mundo está lleno de misioneros, de itinerantes, de presbíteros y de seminaristas murcianos. Ya conocía a gente de aquí por este motivo». Su llegada a la Región de Murcia fue el 16 de septiembre de 2015, pasando su primera noche con una familia que le acogió en Caravaca de la Cruz. «Y eso me ponía delante de la Cruz, fue un momento especial. Ahora es un signo para mí que mi ordenación coincida con el Año Jubilar de Caravaca».

En medio de la tempestad, Dios abre un camino

Haciendo balance de su vida le viene a la mente una cita del evangelio según san Mateo (14, 25-27): «Se les acercó Jesús andando sobre el mar. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, diciendo que era un fantasma. Jesús les dijo enseguida: “¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!”». Reconoce haberse sentido así, «en medio de la tempestad», en muchos momentos. Y continúa recitando del Eclesiástico: «Si te acercas a servir a Dios, prepárate para la prueba». Estar lejos de su casa, de su familia o en misión –como cuando estuvo en China y en Méjico– no ha sido un camino fácil en su preparación al sacerdocio. «Como en la vida de todo cristiano, se crean situaciones y sufrimientos. En medio de estas tempestades siempre aparece el Señor animándome a hacer algo que yo creía imposible», asegura. Siente que Dios siempre le ha acompañado en cada momento, proveyendo en cada situación. «A pesar de la dificultad, yo he visto cómo el Evangelio tiene poder para cambiar la vida de la gente. Eso lo he visto con mis ojos tantas veces. Cuando estás en precariedad, solo, no conoces a nadie… solo te queda el Señor. Dios me ha concedido estar en intimidad con él».

De su paso por el seminario destaca que ha sido un lugar en el que aprender y entrenarse para ser transparente y sincero, dando las gracias a los dos rectores con los que ha coincidido y a los catequistas itinerantes de la zona, quienes le han apoyado durante este tiempo de formación y también ayudado a no tener miedo. «Me siento muy agradecido con el Señor y me pongo al servicio de él, de la evangelización y de la Iglesia».

Emmanuele recibirá el Orden Sacerdotal el próximo 29 de junio, a las 19:00 horas, en la Parroquia San Andrés de Murcia, donde durante estos años ha seguido «haciendo el camino» en la sexta comunidad de esta parroquia. «Es un regalo grandísimo que a mi ordenación sacerdotal vengan mis amigos de toda la vida, de una vida muy normal que el Señor ha hecho que para mí sea extraordinaria, ya que me ha concedido vivirla con él». Al día siguiente presidirá la Eucaristía de las 19:30 horas en San Pablo de Murcia, donde ha ejercido su diaconado.

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