La Iglesia está llena de grandes personas que con su generosidad viven su vida entregados a los demás, poniendo sus facultades y todo su cariño al servicio de todos. Muchos, en las parroquias, movimientos, asociaciones, etc. entregan lo mejor de si mismos de una manera altruista y voluntaria, prestando una gran colaboración hacia aquellos que se encuentran en su camino.
A nadie de los que servimos en nuestra Diócesis pasa desapercibida la figura de D. José Morejón de Girón Sierra, al que conocemos popularmente como Pepe Morejón, que ha sido durante 27 años un admirado colaborador y voluntario en el Obispado y en la Casa Sacerdotal.
Al quedar viudo en 1986, D. José Morejón se incorporó en el grupo de la Pastoral de la Salud, más tarde colaboró en la Secretaría con la responsabilidad de los envíos de la revista «Crónica diocesana», del Boletín Oficial y otras cosas. Pronto se hizo imprescindible; siempre dispuesto, siempre atento, siempre alegre y servicial. Pepe ha sido el tipo de persona que nos hubiera gustado ser a todos, un verdadero ejemplo. Todas las delegaciones contaban con él, desde la de Delegación de Enseñanza, Curia Matrimonial, en el Tribunal Eclesiástico o en la Secretaría General. Su estilo se ha distinguido por el silencio, la eficacia y el gran cariño con el que ha realizado su labor.
En la mañana de ayer, Pepe, con un esfuerzo digno de toda alabanza, subió las escaleras del palacio para despedirse del Sr. Obispo. No sabemos si ha habido, desde hace tiempo, un momento de más emoción para ambos, se podían palpar las palabras de Pepe diciendo que ha llegado a la meta y las palabras de agradecimiento del Sr. Obispo, que no ha ocultado el aprecio que le tiene, exaltando la grandeza de corazón de Pepe. Le ha agradecido su dedicación constante y desinteresada, el ejemplo que ha dado a todos y le ha dicho que su nombre nunca se borrará de la mente de todos los que hemos convivido con él.
A sus 86 años, seguro y sereno, cambiará de actividad, irá llamando a la puerta de muchos corazones diciéndoles: «aquí hay un voluntario, ¿en qué puedo ayudarte?», Pepe Morejón es así.
Muchas gracias, Pepe, por todo lo que has hecho por nuestra Iglesia Diocesana, gracias a toda tu familia, gracias a tus hijos, con los que compartimos un gran cariño. Dios te lo recompensará.