La Semana Santa de la misericordia

Escrito del Obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, para el Domingo de Ramos.

La Semana Santa de la misericordia

DOMINGO DE RAMOS. C. 2016

Comenzamos la Semana Santa más intensa de este tiempo, entre la desesperanza que domina en muchos ambientes de la sociedad por tanto desconcierto económico, político, cultural… y la extraordinaria vivencia del Año de la Misericordia, al que nos ha convocado el Papa y que está haciendo mucho bien, por la cantidad de personas entregadas al corazón misericordioso de Dios. Los dolores y gozos siguen presentes en la gente, los primeros se lamentan y los otros se buscan, pero esta aventura no deja a todo el mundo conforme. ¿Qué nos propone la Palabra de Dios en este Domingo de Ramos?

A partir de este domingo de palmas y olivos pasaremos por la Pasión de Nuestro Señor, pero la liturgia apunta a la meta, que es la Resurrección: Será necesario saber escuchar, especialmente desde el Jueves Santo hasta la Vigilia Pascual y el Domingo de Resurrección. Pasaremos por el momento doloroso de la Cruz en el Viernes Santo, pero seguimos escuchando, porque la experiencia que nos transmiten es mantener unidas la Pasión y la Resurrección: «Lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen, y al tercer día resucitará». Las lecturas nos muestran la seriedad del dolor de Cristo, y de su aceptación de la cruz, pero también, que Jesús conocía su suerte y la aceptó por amor, que su aventura de dolor no solamente está seguida por el gozo, sino que ya lo contiene en sí. Jesús lo ha dicho antes muchas veces, recordad la última cena, cuando dijo a sus apóstoles: «Vosotros os entristeceréis, pero vuestra tristeza se cambiará en alegría» (Jn 16,20).

La Resurrección es también nuestra pascua; se nos regala el paso de la muerte a la vida, de la oscuridad a la luz, del ayuno a la fiesta, por los méritos de Nuestro Señor. El camino cristiano es el camino iluminado por las enseñanzas y ejemplos de Jesús. Jesucristo nos asegura la vida que ha brotado de la muerte, nos hace partícipes de su triunfo. El misterio pascual que celebramos en los días del sagrado triduo es la pauta y el programa que debemos seguir en nuestras vidas. Si le acompañamos a la cruz, también seremos partícipes de su nueva vida de Resucitado.

Para este domingo tengamos en cuenta dos momentos importantes: la procesión de entrada triunfal al templo, recordando la entrada de Jesús en Jerusalén. Aquí aclamamos a Cristo Redentor, que se dispone a iniciar el camino de la Cruz, pero prestad atención a la segunda lectura de San Pablo, que nos dice que Cristo, sometiéndose a la muerte, es exaltado sobre todo nombre. El segundo momento es la Eucaristía, que es el Memorial de la Muerte y Resurrección del Señor, donde se leerá la Pasión. La lectura de este texto es fundamental, tan importante, que os recuerdo que únicamente los que fueron testigos de la Pasión del Señor, se convirtieron en los apóstoles del mensaje de la Resurrección.

Que el Señor os bendiga. + José Manuel Lorca Planes

Obispo de Cartagena

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