Carta Pastoral del Obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes.
V Domingo CUARESMA, C. 2013
Ya estamos a las puertas de la Semana Santa, en esta próxima semana se ha terminado la Cuaresma y comenzaremos a hacernos preguntas: si he aprovechado la oportunidad que me dio el Señor, si he espabilado los oídos y he abierto los ojos para darme cuenta que «lo antiguo ha pasado» y que Dios está realizando algo nuevo en mi vida y en la de los demás. La pregunta definitiva nos la hace San Pablo, ¿nos estamos lanzando hacia lo que está por delante?, ¿te has convertido de corazón a Dios? Nadie dirá que no ha recibido señales por el camino, cuando han sido constantes los mensajes sobre la misericordia de Dios. El domingo pasado escuchábamos la misericordia de Dios Padre en la parábola del hijo pródigo, que se encarga San Lucas de resaltar, junto con las de la oveja extraviada y la dracma perdida.
El Evangelio de esta semana es sorprendente, por el contexto de trampas y mentiras que definen la personalidad y la manera de hacer las cosas de unos letrados y fariseos, los cuales acercándose a Jesús pretenden provocar motivos para poder acusarle de que no cumple la ley o de que no cumple lo que predica. Estos son los que se las daban de «buenos» y acusan, señalan con el dedo, echan fardos pesados sobre las espaldas de los demás, hacen trampas en el peso del trigo y del comino, son hipócritas… Son muy elocuentes las palabras de San Agustín sobre los letrados y fariseos: «Me traéis una pecadora, vosotros pecadores. Si pensáis que debo condenar los pecados, comenzaré por vosotros».
Si se destaca algo con especial relevancia es la misericordia del Señor y que Jesús ha venido a buscar y salvar al que estaba perdido (Lc 9,10); que la imagen que mejor le identifica es la del pastor que va en busca de la oveja perdida, que cuando la encuentra, lleno de alegría, la carga sobre sus hombros. Nuestra atención se centra en la misericordia dinámica y efectiva de Dios, que no acusa y si perdona; que enseña a dejar atrás lo antiguo y nos da coraje para emprender una vida nueva, fruto de su amor misericordioso.
+ José Manuel Lorca Planes
Obispo de Cartagena