Escrito del Obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes.
En Domingo de Ramos comenzamos una semana grande, un tiempo para saborear el fiel amor entregado de Nuestro Señor. El Evangelio resaltará a Cristo aclamado a la entrada de Jerusalén: «¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!» Muchos fueron los testigos, desde el que aclamaba hasta el que se interrogaba: «¿Quién es este?» También comprobamos como, entre los asistentes, estaban los que testificaban: «¡Es Jesús, el Profeta de Nazaret de Galilea!» Como ves, Jesucristo entró en Jerusalén entre los gritos de alabanza de unos, la indiferencia e ignorancia de otros, y la confesión de fe de los creyentes. La gente suele vivir más o menos superficialmente esta historia de Pasión, por esta razón te propongo que participes con intensidad en este nuevo Domingo de Ramos.
Hemos hablado de los que allí estaban, pero no de Jesús y la pregunta es: ¿en qué estaría pensando Jesús en medio de aquella masa de gente, de aquel alboroto? Acertaremos si pensamos que lo único que le importaba al Señor era hacer la voluntad del Padre: «Heme aquí que vengo para hacer, ¡oh Dios!, tu Voluntad» (Heb 10, 5-7). Que cumplir la voluntad del Padre fue para Cristo su misma vida y lo manifiesta Él mismo con las palabras dirigidas a los discípulos tras el encuentro con la Samaritana: «Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y acabar su obra» (Jn 4, 34). Jesús vive de la voluntad del Padre, éste es su alimento. Existen muchos pasajes de la vida de Jesús donde podemos ver su conciencia clara y decidida a hacer la voluntad del Padre, recordad lo que dijo en otro momento de conflicto con los judíos: «Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, entonces conoceréis que soy yo, y no hago nada por mí mismo, sino que, según me enseñó el Padre, hablo. El que me envió está conmigo; no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que es de su agrado» (Jn 8, 28-29). Esto es importante tenerlo en cuenta: Jesús hace siempre la voluntad del Padre.
En Domingo de Ramos tomemos conciencia de la importancia de saber escuchar y cumplir la voluntad de Dios, esto nos dará seguridad para no caer ante las tentaciones que nos plantee la vida, nos servirá de criterio y nos abrirá las puertas de la esperanza. Sabiendo imitar a Cristo no tendremos miedo, aunque vivamos en situaciones difíciles, porque se encarga el Señor de disipar nuestras dudas. Mucho ánimo.
Aprovechemos esta Semana Santa para tener la experiencia de hacer la voluntad de Dios, ¿cómo? Sencillamente, participando en los Sacramentos, leyendo con atención la Palabra de Dios, no dejando la oración, ni la práctica de la caridad. Te aseguro que distinguirás la voz de Dios con claridad y nitidez. Con mis bendiciones.
+ José Manuel Lorca Planes
Obispo de Cartagena