Pablo Jareño: «es Dios quien lleva realmente este ministerio».
Pablo Jareño recibió ayer su ordenación sacerdotal en la parroquia de La Purísima de Yecla. En una ceremonia presidida por el Obispo de la Diócesis de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, fueron numerosos los presbíteros que quisieron participar en este acontecimiento. El Pastor diocesano remarcó en su homilía el significado del sacerdocio, así como su compromiso ante Dios y ante la Iglesia. Al final del acto, comunicó que el destino del recién ordenado estará en Lorca, como coadjutor de la parroquia de San Mateo.
En una entrevista en “El Espejo de la Iglesia” que le hicieron desde COPE dos días antes de su ordenación, Pablo Jareño expresaba que “el paso éste que voy a dar ha sido para mí la clave de que Dios tiene un proyecto de vida común entre Él y yo; tan grande como es una vocación de darme a los demás. Es algo que me sobrepasa”. “Dar este paso, yo creo que es lo más importante que he hecho en mi vida”-confesaba.
Ordenado diácono el 16 de Octubre de 2010, Pablo asegura que este período que ha pasado como diácono en Archena ha sido un tiempo de “gracia tras gracia”. Así explica que ha podido ejercer su ministerio desde la más tierna infancia del niño que traen los padres a bautizar y ver la belleza de la vida ahí, hasta la posibilidad de dar las palabras de esperanza a aquellos que he tenido la realidad de estar asistiendo en los entierros de las personas que fallecieron”. Pablo afirma que comienza su sacerdocio “con la alegría de saber que uno puede ser muy útil si se pone en manos del Señor a servir a los demás” y que “es Dios quien lleva realmente este ministerio”. “La clave no está en hacerse proyectos, sino dejar que Dios día a día nos sorprenda”- señala Pablo.
“No hay nada más maravilloso que dejar los planes que uno tenga, dejarse en manos de Dios, porque los planes que Dios tiene para nosotros son mucho más grandes que los nuestros- precisa Pablo.- Sus caminos no son nuestros caminos, pero son bastante mejores, y dejarme en manos de Dios es lo más maravilloso que he podido experimentar en toda mi vida”.