El pasado lunes, en la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, el Obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, presidió la Eucaristía en la Catedral, acompañado por el Vicario General y Deán de la Catedral, D. Juan Tudela, y el Cabildo Catedralicio.
Una vez más, el Sr. Obispo resaltó la fidelidad de María, «capaz de vivir la experiencia del amor a Dios y guardar en su corazón la pureza y la fidelidad a Dios», animando a los presentes a vivir también en «esa fidelidad». Añadió, además, que en este tiempo de Adviento «María puede ser nuestro modelo de esperanza, una esperanza que queremos para la sociedad y para cualquiera de nosotros».
Mons. Lorca destacó que la celebración de la Inmaculada Concepción es la fiesta «del comienzo absoluto, cuando Dios tomó la iniciativa de elegir a María como la Madre del Salvador». La celebración de este día es motivo de alegría porque «el sí» que María supo dar a Dios «es el sí de tantos y tantos millones de personas que a lo largo de los siglos han tenido fe en Dios». María se convierte en la primera cristiana, el modelo de fe para los que siguen a Jesús. «En un día como hoy –dijo el Sr. Obispo- nos alegramos porque podemos intuir cual es el plan de Dios, el plan de salvación que tiene para nosotros, y que ha empezado a cumplir en la Virgen María».
Al término de la celebración, el Sr. Obispo, junto al resto de los sacerdotes, se trasladó hasta la plaza de Santa Catalina para realizar una ofrenda floral a la imagen de la Inmaculada del escultor González Moreno.