El Obispo de la Diócesis de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, ha presidido esta mañana una Misa en Cartagena, con motivo de la inauguración del nuevo curso académico 2011-2012 de las Universidades Públicas de la Región de Murcia.
La Eucaristía ha tenido lugar en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús (San Diego), y ha estado concelebrada por el Vicario de Cartagena, D. José Abellán, el párroco del templo, D. Joaquín Ferrando, el Delegado Diocesano de Pastoral Universitaria, D. Luis Emilio Pascual, y varios sacerdotes de la diócesis.
El acto ha comenzado con un recuerdo a los compañeros de la Universidad, profesores y estudiantes fallecidos el curso pasado, por los que han orado y ofrecido la Santa Misa. El Sr. Obispo, ha presentado en esta Eucaristía los proyectos y obras de estas instituciones, afirmando que “mi intención es la de una oración”.
Mons. Lorca Planes ha destacado en su homilía el sentido de “saber escuchar a Dios”, de saber que está presente en nuestra historia y en lo más íntimo de nuestra vida. En este sentido, ha asegurado que “su plan es el plan más hermoso que nos puede haber sucedido”. “Que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la Verdad”- ha añadido. “El creyente es una persona libre, que ha encontrado el rostro del Señor”- ha expresado. Mons. Lorca Planes ha señalado que “la confianza en Dios se despierta cuando se sabe escuchar”.
Asimismo, el Pastor ha indicado la importancia de “ser testigo, heraldo y apóstol en la comunidad universitaria”, en un medio en el que “la gente busca la verdad de las cosas”. “He venido con un mensaje- ha aseverado.- Que abráis vuestros oídos y sepáis escuchar el torrente de gracia que Dios os regala; que abráis los ojos y podáis experimentar la belleza de la fe”. El Sr. Obispo ha remarcado que sobre todo, supieran que “la felicidad tiene un rostro: el rostro de Cristo”. De igual modo ha alegado que “no podéis dejaros dominar por el fatalismo y la desesperación”, “tenéis que recuperar la alegría de la fe y la confianza”. El Prelado ha precisado que “se evangeliza desde la experiencia de la alegría” y que “esta alegría se contagia y, compartida, genera esperanza”. “Con la alegría nos vendrá la confianza que necesitamos para la tarea apostólica”.
“El conocimiento de Cristo y la fe en Dios es la ayuda mejor para la estabilidad de las personas y su felicidad”- ha comentado el Sr. Obispo. A su vez, ha manifestado que “la cuestión de Dios no debe estar ausente de los grandes interrogantes de nuestro tiempo”. “La fuerza de la Iglesia está en el mensaje de amor- ha apuntado, añadiendo que esto se consigue a través del “lenguaje del amor de la Iglesia, que el mundo comprende perfectamente”. El Pastor ha pedido a Dios por todos los presentes, “que os conceda la sabiduría de abrir las puertas a Cristo”.