En la Solemnidad de la Presentación del Señor, más de 200 religiosos y religiosas provenientes de toda la Diócesis se han reunido en la mañana de hoy domingo en la Catedral para participar en la Eucaristía presidida por el Sr. Obispo, en la Jornada Mundial de la Vida Consagrada.
Los múltiples carismas que Dios ha suscitado en la Iglesia y que están presentes en nuestra Diócesis, hacen que la vida de los religiosos sea para todos los creyentes testimonio de la vida del Evangelio. Mons. Lorca Planes invitó a los consagrados a ser fieles «a la obra que nació del Espíritu y que tocó el corazón de sus fieles «, ya que en ella «se refleja siempre el misterio del amor misericordioso de Cristo… Cristo se hace presente ante la necesidad del hombre bajo la capa de la caridad».
El Sr. Obispo recordó también la obligación de todos los cristianos de rezar por los religiosos para que «sigan siendo un signo fuerte de la presencia de Cristo en la Iglesia» y además pidió a los fieles presentes que rezaran por los jóvenes, especialmente por las chicas para que «abran sus oídos y escuchen como Dios sigue llamando a tareas de amor y caridad». Mons. Lorca Planes agradeció a los religiosos y religiosas el valioso servicio que prestan a la Iglesia universal.
