En la parroquia de San José de Sangonera la Seca (Murcia), más de 300 jóvenes de toda la Diócesis participaron en la Jornada Diocesana de la Juventud (JDJ) en la que se pudo vivir, de forma simultánea, la vigilia de oración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Panamá junto al Santo Padre. Una experiencia en la que los jóvenes murcianos pudieron orar, en la distancia, con los cientos de miles de jóvenes que en el país sudamericano participaban en el encuentro mundial.
La JDJ comenzó la tarde del sábado, que se alargó hasta la mañana del domingo, con juegos, actividades, oraciones, exposición del Santísimo, bailes y talleres, finalizando con la celebración de la Eucaristía a las 6:00 horas. El Obispo también participó en la JDJ animando a los voluntarios y compartiendo un tiempo de convivencia con los jóvenes.
Una experiencia en la que, según el párroco de Sangonera la Seca, Francisco Azorín, los jóvenes se mostraron “muy receptivos y muy sensibles ante lo que estaban viviendo; muchos están en búsqueda de algo más”. Además, hubo varios sacerdotes confesando a los participantes durante todo el encuentro.