La Basílica Menor-Santuario de la Vera Cruz acogió ayer a todos los carismas de vida contemplativa de la Diócesis de Cartagena en una Eucaristía en la que celebraron juntas el Jubileo de la Santísima y Vera Cruz. Las monjas de clausura peregrinaron hasta Caravaca para poder lucrar las Indulgencias Plenarias en este Año Jubilar.
En la peregrinación participaron monjas de doce monasterios de clausura de la Diócesis: canonesas justinianas del Monasterio de Madre de Dios de Murcia; capuchinas del Monasterio de la Exaltación del Santísimo Sacramento de Murcia; dominicas del Monasterio de Santa Ana de Murcia; benedictinas del Monasterio de Nuestra Señora de la Fuensanta de Algezares; carmelitas descalzas del Monasterio de la Encarnación de Algezares y cistercienses del Monasterio de Nuestra Señora de la Paz de La Palma. Destacada presencia tuvieron las clarisas, que llegaron de cinco monasterios: del Real Monasterio de Santa Clara la Real de Murcia; del Monasterio del Inmaculado Corazón de María de Santomera; del Monasterio de Santa Ana y Santa María Magdalena de Lorca; del Real Monasterio de Nuestra Señora de la Encarnación de Mula y del Monasterio de Santa Clara de Caravaca de la Cruz.
El Obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, presidió la celebración junto al Arzobispo Emérito de Burgos, Mons. Francisco Gil Hellín. Durante la homilía, Mons. Lorca expresó su alegría por este encuentro, destacando “la paz y alegría que transmiten las hermanas, signo de su permanente contacto con Dios. Gracias por vuestra disponibilidad grande y hermosa”. El Obispo destacó la entrega de sus vidas consagradas a Dios, “sois instrumento de bendición para la gente porque a través de vosotras se puede también llegar a Dios”.
Para aquellos que no pueden peregrinar a Caravaca por estar enfermos, impedidos, o porque sus circunstancias no se lo permitan, el Obispo de Cartagena recordó que la Iglesia permite lucrar las Indulgencias Plenarias desde casa “si sabe ponerse en sintonía con Dios” y se cumplen las condiciones que se piden, al igual que en esa jornada hacían las monjas que no pudieron acudir a la peregrinación.
Con las monjas de clausura de la Diócesis coincidió el Grupo Logístico de la Legión de Almería, unos 150 militares que realizaron a pie el camino en dos etapas, saliendo desde Mula.