El Cabildo Catedralicio ha conmemorado esta mañana la Dedicación de la Santa Iglesia Catedral de Santa María, que tuvo lugar el 24 de enero de 1465. A las diez de la mañana se ha celebrado una Eucaristía, presidida por el Deán de la Catedral, D. José Antonio Trigueros, y concelebrada por varios canónigos.
En su homilía, el Deán ha recordado la importancia de custodiar los templos de la Iglesia, pero sobre todo el templo del Espíritu Santo que somos nosotros. “La fiesta de la dedicación nos tiene que hacer conscientes de que somos templos de Dios y que el Espíritu Santo habita en nosotros”-ha expresado. D. José Antonio Trigueros ha animado a construir la vida cristiana sobre los pilares fundamentales de “la oración, la Palabra de Dios y la Eucaristía”. Además, ha destacado la importancia de la Iglesia en el Cuerpo Místico de Cristo, que “aumenta hasta llegar a ser un día la Iglesia del Cielo”. El Deán ha reconocido que en esta Solemnidad, sentían la cercanía de sus predecesores, quienes han sido testimonio de fe. A su vez, ha aseverado que “la fiesta de hoy nos invita a pensar que Cristo nos ha hecho a todos hijos de Dios”, por lo que “nuestros actos deben ser manifestación de lo que vivimos interiormente”. “Debemos transformar nuestro corazón para ser hijos de Dios”- ha añadido. Trigueros ha precisado que “la fiesta de hoy nos invita a una reflexión personal”, ya que “somos custodios de esta obra de arte religioso” y “somos responsables de mantenerlo vivo”. Así, ha remarcado que “nuestros templos son casa de oración y deben serlo cada vez más”.
