El pasado viernes, 8 de abril, tuvo lugar la cena de clausura de la primera edición del Curso Alpha llevado a cabo en la parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Puente Tocinos. Este curso se estructura en una serie de sesiones interactivas donde explorar libremente los fundamentos de la fe cristiana. No hay presión, seguimiento o coste. Se lleva a cabo en iglesias, casas, lugares de trabajo, cafeterías y restaurantes alrededor del mundo. El Curso Alpha consta de diez sesiones que incluyen: una comida, una charla breve y un espacio para el diálogo donde compartir ideas y pensamientos. Alpha es para todos los que tienen curiosidad por explorar, sus charlas están diseñadas para fomentar el debate y explorar los elementos básicos de la fe cristiana en un ambiente de amistad, sincero e informal.
En esta ocasión han participado en el curso catorce personas, acogidos en dos mesas de encuentro, acompañados por un anfitrión y un ayudante. Detrás de todas estas sesiones hay un equipo de más de 30 voluntarios que preparan la cena, dan las charlas y oran por los participantes.
Según el párroco de Puente Tocinos, José Antonio Cano, esta experiencia ha abierto un nuevo horizonte para muchos de los participantes, porque “ellos mismos aseguran que tras muchos años alejados de la Iglesia han vuelto a redescubrir la fe en Jesucristo y lo que esto supone para sus vidas. Contentos con lo vivido ya han empezado a animar a otros a participar en esta experiencia que tendrán lugar en el próximo mes de octubre”.
Uno de los participantes, Javier, participó en el curso animado por José Antonio Cano. Ante la cercanía de la Comunión de uno de sus hijos, Javier quiso acercarse al sacramento de la Confesión después de más de veinte años alejado de la Iglesia. «Dios quiso que el día de mi confesión fuese viernes, casualmente el mismo día que comenzaba Alpha. Joseì Antonio me dijo: «Te invito a cenar esta noche en casa de unos amigos hoy comenzamos un proyecto nuevo, para personas que tienen inquietudes, puedes ir hoy y si no te gusta no vuelves; es totalmente libre»».
Fue así como comenzó a participar en este grupo y asegura que la experiencia ha sido “inolvidable”. “He encontrado un grupo de personas que no conocía de nada pero con las que compartía la misma sensación de vacío. Hemos confiado, nos hemos alimentado en todos los sentidos. Ha sido increíble la organización, la presentación de los platos, las exposiciones y la paz que se encontraba allí”, explica Javier, que después de esta experiencia se siente nuevamente parte de la parroquia: “Esta ha sido para mí la primera Cuaresma y la primera Semana Santa que he vivido de verdad, todo ha sido nuevo porque realmente soy un hombre nuevo. El cambio en mí, día a día, ha sido total. Así que solo puedo dar gracias al Señor, a mi mujer por dejarme ir de cena todos los viernes, y a todos los que de alguna manera habéis hecho que Alpha sea una realidad, un comienzo de algo infinito”.
