Como en años anteriores, el obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, quiso acompañar a los caravaqueños en la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, celebrada el pasado 14 de septiembre.
El obispo habló de la cruz como “resumen de la obra de la redención del mundo” y “memorial de la pasión de Cristo”, y recordó a los fieles que “el cristiano mira la cruz con respeto”, ya que fue el mismo Jesús quien invitó a sus discípulos “a llevarla cada día y a seguirle”. Mons. Lorca destacó que la cruz no es solo signo de “ascesis, mortificación y renuncia”, sino también, como recuerda el papa Francisco, de alegría. “En la cruz no hay engaños, toda ella es verdad, clara y nítida, porque es una historia de amor sincero que engendra vida”, dijo el prelado.
Al finalizar la Eucaristía, el obispo bendijo la ciudad de Caravaca y sus campos con la Sagrada Reliquia, desde lo alto de su santuario hacia los cuatro puntos cardinales, como acostumbra a hacerse en este día de fiesta. La procesión extramuros, en la que participan cada año miles de caravaqueños, sí se suspendió por motivo de la pandemia.