Los presbíteros de la Casa Sacerdotal han celebrado esta mañana los treinta años de la fundación de este hogar que se erige muy cerca de los jóvenes que se están formando para ser los futuros sacerdotes de la Diócesis de Cartagena y también de aquellos que profundizan en el estudio de las Sagradas Escrituras.
Un hogar donde compartir la vida, el trabajo, las inquietudes y las experiencias. La Casa Sacerdotal pone, de forma especial, su atención y preocupación en los sacerdotes mayores, en los que están enfermos o los que atraviesan momentos de especial dificultad. Es también esta casa un lugar de encuentro, ya que abre sus puertas a otras realidades de la Diócesis.
La jornada de fiesta ha comenzado esta mañana en la capilla de la Casa Sacerdotal con la celebración de la Eucaristía, presidida por el Obispo de Cartagena, Mons. Lorca Planes, acompañado por el Arzobispo Emérito de Burgos, Mons. Gil Hellín; el director de la Casa Sacerdotal, José Manzano; así como sacerdotes residentes en la casa y los ordenados este año. Mons. Lorca ha remarcado que esta casa es un hogar de fraternidad y comunión sacerdotal que nació como hogar para sacerdotes que estaban en activo en Murcia pero que ahora acoge, sobre todo, a sacerdotes mayores. “No deben desaparecer de nuestra memoria quienes nos precedieron”, ha dicho, acordándose de Mons. Azagra y de los sacerdotes residentes fallecidos.
Un hogar para 24 sacerdotes mayores de la Diócesis que es una casa con las puertas abiertas al resto de la Iglesia Diocesana, -así lo dice el lema de este año “Nuestra casa es vuestra casa”-, pero sobre todo para los nuevos hermanos en el presbiterio. Algo que hoy se ha hecho más visible aún con el reconocimiento que desde la Casa Sacerdotal han querido tener con los jóvenes que este año se han incorporado al presbiterio diocesano, los sacerdotes: Jesús Sánchez García, Domenico Pio Greco, Genildo Francisco Do Nascimento, David Álvarez de la Campa Pinar, Miguel Ángel Alarcón Olivares, Saúl Sánchez Fernández y Sergio Palazón Cuadrado. El director de la Casa Sacerdotal, José Manzano, ha animado a los jóvenes presbíteros a vivir con alegría su ministerio, siendo mediadores para que los hombres conozcan a Jesucristo. En nombre de los sacerdotes que residen en la casa, Mons. Lorca y Mons. Gil han entregado a los nuevos ordenados un recuerdo de sus hermanos mayores en el presbiterio.
Como todos los años, la música ha estado presente en el acto para celebrar este aniversario, con el concierto de piano que ha tenido lugar en el salón Azagra, a cargo de Alfonso Guillamón, canónigo prefecto de Música Sacra.