“Para esto hemos venido esta mañana contigo, para dar gracias a Dios por tantos dones que te ha regalado el Altísimo, especialmente porque se ha fijado en ti y te ha elegido para ser sacerdote, para que sigas las huellas de Nuestro Señor, para que seas un reflejo del sumo sacerdocio de Cristo, único mediador entre los hombres y Dios, único maestro y único Pastor, el Buen Pastor que ha dado la vida por sus ovejas”. Con esta acción de gracias comenzaba el Obispo de Cartagena su homilía en la ordenación sacerdotal de Javier Conesa Carrillo el pasado sábado, en la iglesia parroquial de San Pedro de Espinardo (Murcia). Un templo que se quedó pequeño para acoger a cuantos quisieron acompañar al ordenando.
El Obispo le recordó que había sido llamado a ser pastor, “un buen pastor a imagen de Jesucristo”; buscando siempre el bien de todos, implicando a las personas para que colaboren en la parroquia, “respetando sus procesos y ayudándoles a crecer en ellos”. Le animó a “estimular iniciativas y obras de caridad”, suscitando entre los fieles el voluntariado, como “necesidad de estar cerca de los necesitados”. Y todo esto, centrando su vida en Cristo a través de la oración y la contemplación “humilde y fiel”. “La relación irrenunciable con el Buen Pastor te ayudará a alejarte de ti mismo y a centrarte en el rebaño que se te ha confiado”, explicó Mons. Lorca.
Como en el resto de ordenaciones, el Obispo encomendó al ordenando a la Virgen María: “Confía en la Madre, porque todos los días te recordará cuál es tu misión: el anuncio de la Palabra; la celebración de los sacramentos, especialmente el de la Eucaristía y Penitencia; y, en tercer lugar, regir y cuidar a la porción del Pueblo de Dios que te ha encomendado el Obispo”.
Javier Conesa iniciará su ministerio sacerdotal, como vicario parroquial, en la parroquia de Santiago El Mayor de Totana; según hizo público ayer el Obispo en la última de las ordenaciones sacerdotales de este curso.
