Un año más, los murcianos comenzaron el Día del Bando de la Huerta con la Misa en la plaza del Cardenal Belluga ante la imagen de la Virgen de la Fuensanta. Presidió la celebración el Obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, acompañado por el Arzobispo Emérito de Burgos, Mons. Francisco Gil Hellín y una treintena de sacerdotes.
Miles de murcianos participaron en la celebración, la mayoría de ellos ataviados con el traje típico de huertano y huertana.
Mons. Lorca se dirigió a ‘La Morenica’, que lucía el manto de terciopelo azul marino bordado en oro y sedas que el Gremio Regional de Artesanos de Murcia le regaló en 1992, para pedirle que cuide de Murcia. «Hemos venido a esta plaza para decirte, Madre, que te queremos, que eres nuestra Señora y nuestra Reina, que todavía nos queda voz, después de cantarle saetas a tu Hijo, para cantarte a ti y alabar a Dios por el inmenso regalo que nos ha hecho con la oferta de tu maternidad», explicó el Obispo.
«Es imposible para los murcianos no cruzar una mirada con la Fuensantica», por eso, como fiel intercesora, el Prelado le pidió por los enfermos y ancianos, por las víctimas de la violencia y los perseguidos a causa de su fe, en especial «por los cristianos que mataron el Pakistán, cuando estaban celebrando la Pascua». También pidió por las familias y los jóvenes, sobre todo por aquellos que todavía no han conseguido su primer trabajo, «ablanda el corazón a los que pueden crearlo».
Al finalizar la celebración, la patrona de Murcia recorrió las calles del centro de la capital entre vítores y lluvias de pétalos de flores.