El pasado sábado, solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, el Obispo de Cartagena presidió la Eucaristía en la Catedral.
Mons. Lorca destacó como María entendió el misterio de la cruz “y no desfalleció porque captó, con su profunda fe y firme esperanza, que aquella muerte desembocaría en resurrección”. En el día de la Inmaculada instó a tener a la Virgen como modelo de vida “porque es inquebrantable su fidelidad en las alegrías y en las penas. Mirarla para imitarla en la confianza total a Dios, estando incluso clavados en nuestras cruces. María es un signo de amor y de entrega sin límites”.
Tras la celebración de la Eucaristía, y como es habitual en esta festividad, el Obispo y el Cabildo de la Catedral, acompañados por Jesús Pacheco, concejal del Promoción Económica, Cultura y Programas Europeos en Murcia, se dirigieron a la plaza de Santa Catalina, donde se encuentra una imagen de la Inmaculada, y, junto a numerosos fieles, realizaron la tradicional ofrenda de flores.