El pasado viernes, el obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, retomó su visita pastoral en la parroquia de San Cristóbal de Lorca. Tras su recibimiento, el obispo manifestó su alegría por encontrarse en Lorca ya que, según afirmó, le recordaba a los años que pasó como párroco y vicario en la ciudad. También señaló que el objetivo de la visita pastoral es “poder escuchar a los fieles y confirmarlos en la fe, dando gracias por todos los dones recibidos”.
Posteriormente, el prelado visitó el Colegio Sagrado Corazón de Jesús. Allí, los menores lo recibieron con banderines con su escudo episcopal y le cantaron un villancico. Después, Mons. Lorca, citando al papa Francisco, les recordó a los alumnos que “los jóvenes no son el futuro, sino el presente de Dios”, los instó a “tomarse en serio” el periodo de su formación y bendijo la imagen del Sagrado Corazón de Jesús que hay en el centro. Al finalizar este encuentro, uno de los escolares de Infantil le dedicó una saeta al prelado.
Por la tarde, el obispo se reunió con los niños de catequesis a los que señaló que “el Señor viene a traer la alegría, que es el signo de los cristianos” y les recordó que siempre se puede acudir a Dios por medio de la oración. Después, se reunió con los catequistas, a los que transmitió la importancia del compromiso de los laicos para difundir “la Buena Noticia del Reino”. El día finalizó con la confirmación de 9 jóvenes y 5 adultos de la parroquia, a los que Mons. José Manuel Lorca animó a “abrir bien los oídos a Dios para poder escuchar su palabra y seguir su voluntad”.
La visita continuó el sábado por la mañana en la parroquia de la Purísima Concepción de Torrealvilla (Lorca), donde el prelado saludó a los fieles, los animó a “ver en la naturaleza la belleza de la creación y el amor de Dios”, y los encomendó a la Virgen de la Inmaculada. Después, el obispo continuó su visita en la sede del Paso Encarnado de la Archicofradía del Santísimo Cristo de la Sangre y visitó su museo. Allí, su presidente, Alberto Secada, le hizo entrega de una placa conmemorativa.
Por la tarde, Mons. Lorca llevó la comunión a dos enfermos de la parroquia, Manuel, de 90 años, y Juana, de 87. Más tarde, se reunió con los agentes de pastoral a quienes animó a “continuar insertos en la comunidad, acogiendo y transmitiendo el mensaje de Cristo como siervos humildes de Dios”. La visita concluyó con la misa estacional presidida por el obispo, en la que se celebró la solemnidad del Bautismo del Señor y hubo una oración por los difuntos.