Más de 3.000 personas participaron ayer en la Misa Huertana celebrada en la plaza del Cardenal Belluga y presidida por el Obispo de Cartagena, al que acompañaron una treintena de sacerdotes. Con esta celebración, ante la Virgen de la Fuensanta, los murcianos comenzaban el día grande de sus Fiestas de Primavera, el día del Bando de la Huerta.
Durante su homilía, Mons. José Manuel Lorca Planes remarcó tres ideas sobre María: la primera de ellas la vinculación que el murciano tiene con la Virgen de la Fuensanta. El Sr. Obispo invitó a los presentes a mirar a María, «los sacerdotes llevamos en nuestro bolsillo los dos retratos de nuestras madres», haciendo así referencia a la Virgen y a la madre biológica. La segunda idea que remarcó el Obispo de Cartagena fue la de María como vínculo con el Señor, «ella es modelo de hacer la voluntad de Dios… al igual que Jesús hizo la voluntad del Padre». Por último, destacó la figura de María como vínculo de unión de la Iglesia primitiva, para añadir que «debemos ser un pueblo unido porque somos un solo cuerpo».
Mons. Lorca Planes finalizó con un ruego a la Virgen de la Fuensanta, pidiéndole el agua tan necesaria para regar los campos de la Región pero para «después de las Fiestas de Primavera».
Como es tradicional, en el momento de las ofrendas, el alcalde de Murcia, D. Miguel Ángel Cámara; el presidente de la Federación de Peñas Huertanas, D. Antonio Avilés, y las Reinas de la Huerta 2014, Andrea Belmonte y Andrea Carmona, ofrecieron flores a la ‘Morenica’. El grupo de coros y danzas de la Peña El Hocete fue el encargado de cantar durante la Eucaristía.
Al finalizar la celebración, los murcianos acompañaron en procesión a su patrona por las calles colindantes a la Catedral. La Fuensanta lucía ayer el manto granate y dorado, regalo realizado por Dª María Codorniú en 1927, abuela de la actual camarera de la Virgen, Dª Pilar de la Cierva.