El Cristo de la Buena Muerte recorrió el pasado viernes por la noche las calles del barrio murciano de San Andrés portado a hombros por los jóvenes de la parroquia de San Andrés y Santa María de La Arrixaca. A su paso por el Convento de las Hermanas Agustinas, se incorporó al Vía Crucis la imagen de Nuestra Señora de los Siete Dolores, obra de D. Juan José Páez Álvarez, que fue bendecida esa misma noche.
Antes de recogerse el Vía Crucis en la parroquia de San Andrés, se realizó un encuentro entre las dos imágenes en la plaza de San Agustín.
Al finalizar el Vía Crucis los fieles participaron en el tradicional besapié al Santísimo Cristo de la Buena Muerte.